Representantes de la nueva junta directiva del SEP, el sindicato mayoritario del Ayuntamiento de Alicante, han pasado en apenas 24 horas de visitar la planta noble del Consistorio para reunirse con el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, a verse las caras en un bar del barrio de San Blas con el concejal de Recursos Humanos, Carlos Giménez, y con el exsenador Ángel Franco, el hombre que lleva más de dos décadas moviendo los hilos del socialismo en la ciudad y que tiene al edil Giménez como su «hombre» en el gobierno municipal. De hecho, la mujer de Franco, Fini Nicolás, está como asesora en la citada área de Recursos Humanos desde el inicio de este mandato.

Sindicatos municipales criticaron ayer que el futuro de las políticas de personal pudieran negociarse en un bar situado a unos dos kilómetros del Consistorio, y eso que tres de las cuatro personas reunidas sobre las diez de la mañana de ayer trabajan en el Ayuntamiento (los sindicalistas Juan Évora y José Miguel Pelegrín, además del edil socialista). El bar, situado en la calle Cardenal Belluga, está ubicado en el entorno de la sede del PSOE en Alicante.

Los mismos sindicatos aseguraron ayer que el SEP, el mayoritario en la institución alicantina, fue el más reacio a que los funcionarios acudieran durante el horario laboral al pleno municipal celebrado el pasado 15 de febrero a protestar contra las políticas de personal llevadas a cabo por el gobierno del PSOE en Alicante. Esa protesta, en cambio, provocará la apertura de expedientes disciplinarios a trabajadores, como adelantó el propio edil de Recursos Humanos a este diario después de que se desvelaran las notificaciones enviadas a los empleados en las que se les daba un plazo de diez días para que justificaran su ausencia del puesto de trabajo.