La justicia europea acaba de excluir las aguas del Sáhara Occidental del acuerdo de pesca entre la Unión Europa y Marrueco. ¿Cómo valoran esta decisión?
Estamos muy contentos porque es un paso hacia adelante, aunque aún quedan muchas batallas hasta lograr nuestra independencia. En los últimos años, la Unión Europea está dando pasos muy positivos para frenar el expolio de nuestras riquezas por parte de Marruecos y los tribunales están en ese proceso de devolver el derecho de estas riquezas a sus legítimos dueños. A través del acuerdo de pesca, Europa da a Marruecos 40 millones para que explote los bancos de pesca, que son los más ricos de la zona.
¿En qué situación se encuentra ahora mismo el problema del Sáhara?
Seguimos a la espera de que nos permitan celebrar un referéndum. Pero Marruecos sigue maniobrando en contra y poniendo obstáculos, con el apoyo de sus aliados en el Consejo de Seguridad de la ONU, para que podamos decidir nuestro destino. Como pueblo preferimos seguir la vía de la paz porque la amamos y siempre hemos apostado por la paz para lograr nuestro objetivo legítimo, que es el derecho a ser independientes. Después de tantos años de conflicto Marruecos sigue saqueando las riquezas y recursos que tiene nuestra tierra. Recursos minerales, como el petróleo, el oro y el fosfato. Por eso le interesa seguir en nuestros territorios.
¿Cuál es la situación que se vive en los territorios ocupados?
Desde el año 1976 los saharauis han sufrido genocidios, encarcelamientos y violaciones de los derechos humanos a diario. Hay una censura total de la información. No se puede viajar a las zonas afectadas y está vetado a la opinión internacional. Marruecos ha construido un muro que divide nuestros territorios y que es el más largo del mundo, 2.700 kilómetros. No sólo divide el territorio, también a familias que hace más de 40 años que no se ven.
¿Y qué hay de los campamentos?
Están formados por cinco grandes campamentos. La vida de su población se basa en las ayudas humanitarias, ya que sus recursos los tiene Marruecos, que los explota y los lleva a otros países, especialmente a Europa.
¿Qué papel está jugando España en este conflicto?
Legalmente se le considera potencia administradora, por lo que tiene una responsabilidad en buscar una solución pacífica al conflicto. En este aspecto estamos muy esperanzados porque algo similar ocurrió en Timor Oriental, donde Portugal jugó un papel esencial para lograr un referéndum como potencia administradora del territorio.
