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¿Qué hacemos con la FP dual?

La exigencia europea de que se pague por las prácticas en la empresa abre el debate sobre el futuro de una formación bajo mínimos

Las empresas que pagan la FP Dual acompañan en su formación al alumno.

Medio siglo nos separa de los comienzos de la FP Dual en Alemania, país en el que se mira Europa para la alternancia de la formación del alumnado en el centro educativo y en la empresa, y donde se paga un salario al alumno que ronda los 800 euros, mientras en la Comunidad es nulo para dos de cada tres alumnos, y cuando se paga, ronda los 200 euros en el mejor de los casos.

La exigencia que ha lanzado Europa de que todas las prácticas en empresas lleven aparejado un salario, abre el debate sobre el futuro que espera a una disciplina que apenas se ha introducido entre el 2,2% del alumnado en nuestra Comunidad (un 1,45% en la provincia de Alicante), desde que se puso en marcha en 2012, frente al 50% que la cursan en Alemania.

Estas cifras son incluso inferiores en el conjunto de España, con un pírrico 3% de alumnado en FP Dual. Sin embargo, en el top de este ranking nacional se sitúa el País Vasco, donde la cursan el 4,3% del alumnado, pero con unas perspectivas siderales de alcanzar en los próximos tres años al 17% de estudiantes en FP Dual.

En la Conselleria de Educación, por contra, llegar a un 5% de estudiantes en Dual se percibe como «el máximo alcanzable». El secretario autonómico, Miguel Soler, apuesta, no obstante, por introducir variables y adecuar esta formación al tejido productivo de la Comunidad, mayoritariamente de pymes, pequeñas y medianas empresas, frente al más industrializado del País Vasco, rey de la FP Dual en España. «No tenemos por qué empeñarnos en que toda la FP curse el mismo número de horas en centros de trabajo», destaca Soler.

Al número dos de Educación no le preocupa que no se llegue a más alumnos con esta modalidad formativa. Prefiere potenciar lo que ya funciona sobradamente, como es la FCT o FP de toda la vida, con prácticas obligatorias en centros de trabajo, e introducir la posibilidad de aumentar esas 400 horas actuales y añadir becas-salario, lo que convertiría el sistema en un híbrido entre la FP tradicional y la Dual.

Son las primeras pinceladas que Educación avanza sobre la nueva regulación de la FP que tiene sobre la mesa, con la intención de concluirla en el presente mandato del Consell.

Implicación

¿Y el papel de las empresas? ¿Cómo conseguir implicarlas en esta formación y que paguen al alumnado? El profesor especialista de FP, Guillermo Martí, a su vez vicesecretario general de UGT en la Comunidad, recalca la necesidad de que los responsables políticos lleven a cabo un trabajo previo con la empresa, para hacerle ver que contratar a un alumno y pagarle por el trabajo que realiza es una oportunidad inmejorable de disponer de un especialista «altamente cualificado». Martí también echa de menos que la propia administración no se involucre más, dando ejemplo y contratando en sus departamentos a alumnos para prácticas pagadas de FP Dual.

Las reflexiones de este técnico coinciden con las de la propia empresa con mayúsculas. El informe más reciente sobre la FP Dual cofinanciado por la Unión Europea, y en el que han participado la red de centros españoles de Dual y la patronal CEOE, recoge como primer imperativo para conseguir una buena FP, la existencia de «una relación estrecha entre el estado y la economía». Eso para empezar.

A partir de ahí se incide en que también es imprescindible una «corresponsabilidad entre el sector empresarial y el educativo» y, como colofón, que la sociedad en su conjunto sea consciente de que formando parte del tiempo al estudiante en la propia empresa, se consiguen trabajadores más cualificados al tiempo que las cifras de empleo mejoran.

Este futurible para la Comunidad ya es un hecho en el País Vasco. Con el doble de alumnado en FP Dual tiene la mitad de paro juvenil. «Hace falta homogeneizar la Dual en España, en general», apunta Carlos Navas, director del Instituto Canastell de FP Integral en San Vicente del Raspeig.

Partidario de tender hacia la FP del País Vasco, «pero en sus justos términos», Navas puntualiza que tampoco se trata de que todos los ciclos formativos lleguen como allí a los tres años «porque depende de los sectores». Automoción, Mecatrónica y Electricidad son los más apropiados para la Dual, mientras que en Hostelería o en Sanidad resulta más complicado. «Incluso hay ciclos como el de Estética y Peluquería con auténticos talleres de prácticas en el instituto», por lo que los alumnos no necesitan pisar la empresa para cualificarse, añade Martí.

La empresa, que de entrada se muestra proclive a poner su granito de arena en este empeño, reclama un listado global de ciclos a contratar, que se simplifique la laboriosa burocracia actual, y algún tipo de bonificación por contratar a los alumnos. El melón de la FP Dual queda abierto.

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