¿Cuál es la situación actual de la farmacia en España?
En estos momentos estamos en una situación como la del propio país. Estamos tratando de salir de una crisis que ha durado mucho tiempo. La farmacia comunitaria, siendo el 15% del gasto sanitario, ha posibilitado el 45% del ahorro al sistema de salud, lo que hace entender las dificultades por las que pasa un porcentaje alto de farmacias españolas. Aún no notamos esa salida de la crisis, aunque oficialmente estemos fuera de ella y en crecimiento positivo. Pero sí vemos cierto avance y no esa situación en la que estábamos hace 3 ó 4 años.
¿Es tiempo de reinventarse o sigue vigente el modelo de farmacia que conocemos de toda la vida?
Los farmacéuticos llevamos 800 años siendo farmacéuticos y ha habido varias evoluciones durante este tiempo. Ahora estamos en uno de esos cambios. En una farmacia más dirigida al paciente, más asistencial, de dar los servicios que nos piden los ciudadanos. Ya tenemos marcada la hoja de ruta y trabajamos en desarrollarla.
Este año asumirá la presidencia de la Agrupación Farmacéutica Europea. ¿Hay muchas diferencias entre la farmacia española y el resto de modelos de la Unión?
De la misma manera que en España tenemos un sistema sanitario que no lo tiene nadie porque es universal, lo mismo ocurre con la farmacia. Y de la misma manera que presumimos del sistema sanitario y las encuestas dicen que es el mejor de los que hay en Europa, lo mismo pasa con la farmacia. La prestación farmacéutica en España es ejemplar. El 99% de los ciudadanos tiene una farmacia en el mismo municipio donde residen. Si bajamos a la calle nos encontramos una farmacia a derecha, izquierda, delante, detrás... Esa farmacia cercana, asistencial, que atiende a 2.000 ciudadanos no es la misma que la que puede existir en Dinamarca, que atiende a 13.000 habitantes y que no se tiene la misma accesibilidad para llegar a ella.
¿Hay demasiados farmacéuticos? ¿Habría que limitar las plazas en las universidades?
Es un tema para estudiar. Tenemos un número elevado de estudiantes de Farmacia para las necesidades del país. Si a eso se le llama limitar el numero de plazas, no sé, si a eso se le llama no abrir más facultades para seguir formando a gente que luego no puede ejercer... No me gustaría que siguiéramos en un país donde nuestros impuestos se van a formar a personas que luego no pueden trabajar y hay que exportarlos a otros países. Eso me parece un poco triste. Tenemos que tener la demanda ajustada con la realidad. A lo mejor tendríamos que tener más competencias para abarcar otras áreas, pero no creo que sea un tema de limitar. Ahora con tanta limitación, por ejemplo, nos estamos quedando sin médicos. Es algo de locos.
¿Tiene su sector mucho paro, mucha fuga de cerebros?
Sí, como en todas las profesiones en las que hay más profesionales que la demanda del propio mercado.
¿Está a favor de que se dispense homeopatía en la farmacia?
Hay que ajustarse a la ley. No tenemos que estar jugando de manera trivial a lo que crea o deje de creer. Mi obligación como profesional es dispensar los medicamentos prescritos por el médico. Hay 18.000 médicos españoles que recetan homeopatía y yo tengo la obligación de dispensarla porque está catalogado como medicamento en España y en Europa. Si mañana se da otro punto de vista o las autoridades deciden que no es medicamento, pues no estará donde está en estos momentos.
Abusamos de los antibióticos y eso está generando importantes problemas de salud. ¿Qué papel juega el farmacéutico para tratar de racionalizar su uso?
Se está trabajando mucho en concienciar a los ciudadanos en que no se presione al farmacéutico para dispensar un antibiótico. Siempre deben ir con receta del médico. Pero también hay que pensar que los farmacéuticos manejamos miligramos y gramos de antibióticos y donde se manejan grandes cantidades es en la ganadería. No se debe tratar a toda una cabaña con antibióticos de manera preventiva porque eso es lo que genera resistencias.
