Las 1.300 plazas que la Conselleria de Educación quiere reservar durante los próximos cuatro años a los docentes interinos mayores de 55 años y con 13 años trabajados en la enseñanza, han puesto en pie de guerra al colectivo del profesorado hasta el punto de que, incluso, los profesores supuestamente beneficiados se muestran contrarios.
Mayores de 55 años consultados por este diario advierten de que si se acogen a esta posibilidad y confirman una plaza, que después se ofrece en concurso de traslados para que opten por ella los funcionarios con oposición aprobada, «nos quedamos colgados, pero se nos obliga a coger cualquier otra vacante».
El acuerdo de Educación señala expresamente «la obligación de mantener la misma plaza, salvo que se suprima o sea ocupada por un funcionario de carrera». Por eso prefieren seguir como están.
El delegado de CC OO en l'Alacantí, Francisco García, recuerda que algo similar lo propuso la conselleria cuando gobernada el PP, en tiempos del conseller Tarancón, «y la rechazamos de plano todos los sindicatos».
La medida de Marzà se aplica en otras comunidades, «pero con la diferencia de que aquí tenemos un sistema que ya aporta cierta estabilidad y con este cambio se vuelve inseguridad», afirma.
Funcionarios
Por su parte, profesores que han aprobado las oposiciones y esperan destino definitivo, a expensas de elegir plaza en el concurso de traslados, ven conculcados sus derechos con el blindaje de vacantes para los interinos mayores.
Han reunido firmas para que no se apruebe y reclaman poder elegir entre todas las vacantes existentes, porque en las adjudicaciones a los interinos en julio aparecen puestos que no se les ha ofrecido con anterioridad.
Educación insiste en que las plazas a blindar son «habilitadas»y no afectan al concurso de traslados, pero CC OO concreta que Europa obliga a que las vacantes habilitadas no duren más de un año porque sería «fraude de ley» prolongar en el tiempo puestos que deben pasar a plaza fija.
Los sindicatos esperan que en próximas negociaciones Educación lime una medida que levanta ampollas entre el profesorado.
