Ingresó en la Escuela Naval Militar en el año 1984. Comenzó su carrera como piloto naval de aeronaves, formándose en 1989 como piloto en la Escuela de Aviación Naval de Pensacola (EE UU). De regreso a España estuvo destinado en la 10ª Escuadrilla de Aeronaves, volando en el helicóptero SH-60B. Cuenta con 1.300 horas de vuelo. Es especialista en Armas Submarinas y ha estado destinado en la Fragata «Victoria» como jefe de Operaciones y del Sistema de Combate. En tierra ha estado destinado en el Estado Mayor de la Armada (Divisiones de Planes y Logística), en Operaciones del Cuartel General de la Flota, en la Dirección General de Política de Defensa, en el Cuartel General Marítimo de la OTAN en Northwood (Reino Unido) como jefe de las Secciones de Operaciones Futuras y Efectos Conjuntos, y en el Estado Mayor Conjunto (EMACON) como jefe de Planes de Fuerza. Desde julio de 2017, este licenciado en Ciencias Físicas y máster en Relaciones Internacionales, es el comandante de la Fuerza de Medidas Contraminas de la Armada.
¿Cuál es la operativa de los cazaminas? Parece más de tiempos de guerras «frías».
La mina naval es un arma plenamente vigente hoy en día. Es sencilla y barata de construir, incorpora alta tecnología y es extremadamente eficaz y también eficiente, ya que los daños que puede infligir en comparación con su coste son cuantiosos. La mera presencia de la amenaza de minas condiciona enormemente la libertad de navegación y la libertad de acción necesaria para efectuar cualquier operación marítima próxima al litoral. Lo primero (libertad de navegación), es un factor vital a tener en cuenta en una nación como España, que depende de sus líneas de comunicaciones marítimas para garantizar sus suministros estratégicos. Y lo segundo (libertad de acción), tiene una importancia capital en la capacidad de proyección de las Fuerzas Armadas. En resumen, hacen falta medios para contrarrestar la amenaza de minas, si queremos garantizar nuestra libertad de acción y seguridad.
Y ahí entra la Armada.
Efectivamente, hay minas aún por los mares, sembradas en anteriores conflictos bélicos que son neutralizadas en operaciones periódicas de limpieza. Además, aparece ocasionalmente en las playas munición no explosionada. Es competencia exclusiva de la Armada la desactivación de esta munición sumergida mediante buceadores formados en técnicas de desactivación de explosivos submarinos.
Últimamente no se habla tanto de la piratería en el Índico. ¿Se ha logrado erradicar?
La piratería en las costas de Somalia, punto de confluencia de muchas líneas de comunicación marítima, es otra amenza para el tráfico marítimo. La presencia internacional con unidades navales ejecutando operaciones anti-piratería (sin ella, es más que previsible que la piratería vuelva a ser masiva en el cuerno de África) no hacen más que confirmar la importancia de preservar las líneas de comunicación marítima libres de cualquier tipo de amenaza. A modo de ejemplo, es precisamente en esa zona donde en 2016, milicias hutíes en Yemen pretendieron amenazar al tráfico mercante en el mar Rojo con objetos explosivos improvisados a modo de mina. Se hizo una operación de limpieza.
La Armada y el Mediterráneo. ¿De qué se trata?
El Mediterráneo es un espacio marítimo de interés para España y, lógicamente, para la Armada. Nuestro país, como «llave» de paso del Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar, está en una posición de privilegio para liderar el conocimiento del entorno marítimo en esta zona que también proyecta efectos sobre otras zonas no menos importantes para España como el Sahel. Preservar el Mediterráneo de actividades ilegales y de actores no estatales que perturben la seguridad marítima es un objetivo a alcanzar que lógicamente debe involucrar a todas las agencias y en especial a los países ribereños, incluyendo a los norteafricanos. Hay muchas iniciativas en este aspecto y la Armada ha sido un catalizador más buscando el apoyo mutuo y la cooperación, a través de ejercicios y actividades cooperativas. Para la Alianza, el Mediterráneo no es menos importante. A modo de ejemplo, la única operación en la que se ha invocado el artículo 5 de la OTAN (asistencia mutua en caso de ataque a una de las partes) se ha desarrollado en el Mediterráneo precisamente, y tenía como cometido la lucha contra el terrorismo. Esta antigua operación («Active Endeavour») ha evolucionado hacia otra más flexible («Sea Guardian») activa desde julio de 2016.
Por los problemas sociales en la otra orilla, ¿la Armada se ha convertido en una especie de fuerza fundamental en el Mediterráneo?
La Armada Española contribuye a la seguridad colectiva en el Mediterráneo con el despliegue periódico de un Cazaminas y también de una Fragata. Junto con nuestros aliados, se conforman estas dos fuerzas muy capaces que suponen la punta de lanza de la OTAN ante cualquier amenaza marítima y que son los primeros en acudir. Además, estas agrupaciones también contribuyen a fomentar la cimentación en los países ribereños norteafricanos de una suficiente capacidad de seguridad marítima propia, mediante actividades de cooperación y asesoramiento, todo ello en beneficio común. Así los puertos de descanso de estas agrupaciones incluyen puertos cuidadosamente seleccionados en los que se materializan este tipo de colaboraciones. Estas actividades tienen su importancia y forman parte de la diplomacia de la defensa.
¿Han cambiado sus funciones de alguna forma?
Como comandante, ahora mi responsabilidad es preparar a mis unidades para ser transferidas en las mejores condiciones de alistamiento posible a la cadena operativa, como el mencionado despliegue del Cazaminas «Segura». Por otra parte, debo estar también preparado para ejercer el mando en la mar de las agrupaciones navales que se me asignen, relacionadas con mis cometidos. Así, mi próximo reto será dirigir el ejercicio naval multinacional en aguas de Baleares desde el 30 de abril al 11 de mayo. Ser comandante de esta Fuerza y ponerme al frente de tan selecto equipo es toda una responsabilidad y un privilegio que he asumido con mucha ilusión y entusiasmo.
¿Qué tal reciben los alicantinos a los barcos de la Armada cuando hacen escala en el Puerto de Alicante
Alicante siempre ha sido un excelente puerto de descanso para las dotaciones y hemos sido siempre muy bien recibidos. La proximidad de los atraques a la zona centro y de ocio, la simpatía de sus gentes, la gastronomía, la inmejorable climatología y la variedad de oferta de ocio son elementos muy apreciados cuando se trata de aprovechar al máximo un receso de unas pocas horas antes de volver a retomar las actividades de adiestramiento. De mi experiencia en OTAN también puedo afirmar que estos factores son muy tenidos en cuenta por las unidades navales aliadas cuando planifican sus puertos de descanso y Alicante es uno de los preferidos. Por todo ello, esperamos que la visita de los tres Cazaminas a Alicante el fin de semana, del 24 al 25 de febrero, sea también muy provechosa. Abriremos al público los Cazaminas para que quien lo desee pueda venir a bordo, conocernos y ver en primera persona lo que hacemos.
¿Hay vocaciones para ingresar en la Armada?
La Armada ofrece un sinfín de posibilidades y queremos ser atractivos para los jóvenes de hoy en día. La clara vocación expedicionaria fuera de nuestras fronteras, el espíritu de sacrificio y de equipo, el apoyo mutuo y de compañerismo, y el hecho de que a bordo todos sean imprescindibles, hace que la disciplinada vida en la mar transcurra intensamente. No hay margen para la inacción y el aburrimiento. Por ello cultivamos estos valores y quien se sienta atraído, es bien recibido.
