Comprobar si hay pequeñas manchas y restos de sangre en las sábanas. Si esto ocurre, hay que inspeccionar el colchón, el cabecero, el somier y la ropa de cama, aunque pueden estar escondidas en cualquier lugar.

Si despertamos con pequeñas marcas rojas juntas generalmente, en cuello y brazos podemos estar ante una picadura de chinche. No rascarse pues las picaduras podrían infectarse.

Las chinches se reconocen gracias a su color marrón rojizo, su forma ovalada y sus seis patas. Durante el día se esconden en grietas, detrás del empapelado suelto y en las camas.