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Dos años conviviendo con las chinches

Una pareja y sus 3 hijos se deshacen de los muebles y duermen en el suelo ante la presencia de bichos en su casa en Colonia Requena

Una pareja sufre en su casa una plaga de chinches

Una pareja sufre en su casa una plaga de chinches

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Una pareja sufre en su casa una plaga de chinches Isabel Vicente

Parece cosa del pasado pero no lo es. Aunque en teoría las plagas de chinches fueron eliminadas en Estados Unidos y Europa a finales del siglo XX, en la última década se está viviendo un resurgimiento Así, en Alicante están apareciendo chinches en distintas zonas de la ciudad como ocurrió recientemente en varias viviendas del barrio Miguel Hernández y ahora en Colonia Requena.

Encarna Fernández y Antonio Pérez están desesperados. Llevan dos años conviviendo con los bichos en su casa en la calle La Perla, lo que les ha obligado a tirar gran parte del mobiliario del piso y a dormir directamente sobre colchones en el suelo para evitar la proliferación de los bichos. Hace aproximadamente un año Sanidad realizó una fumigación en la vivienda, pero al parecer no fue del todo efectiva y al poco tiempo volvieron a verse insectos en las grietas de las paredes, entre la ropa y bajo el revestimiento plástico del suelo.

Encarna y Antonio se trasladaron desde Rabasa a Colonia Requena hace dos años. Pagan un alquiler de 250 euros y sólo perciben los 380 euros por invalidez de Antonio que sufre una insuficiencia renal crónica. Con dos hijas de 15 y 13 años y un niño de 8, la pensión no les da ni para pagar el alquiler, y a veces reciben una ayuda extra de servicios sociales o sacan algo de vender chatarra o ropa usada. A su precaria forma de vida se une el problema de los bichos que les ha obligado a tirar la mayoría de muebles de la casa y a dormir directamente sobre colchones. Cuenta la pareja que «antes de llegar nosotros, vivía aquí una mujer anciana que tenía tres perros y por lo visto se meaban en los colchones y estaban muy sucios. Cuando llegamos nosotros lo encontramos todo bien en apariencia, pero al poco una de mis hijas se llenó de picaduras. No sabíamos de qué eran hasta que vimos varios bichos por la pared y resultó que eran chinches». Tras un aviso a Sanidad, se procedió a fumigar la casa, «pero se ve que no los eliminaron del todo. Volvieron a aparecer y acabé levantando gran parte del cubrimiento del suelo y estaba todo lleno de suciedad y de chinches. Al final tiramos los sofás, quitamos los zócalos y los somieres. Además ya henos cambiado tres veces los colchones» asegura Antonio, para añadir que «la dueña nos dice que llamará para que fumiguen pero aquí no viene nadie, y además dejamos de pagar dos meses y nos denunció, así que no sabemos en qué quedará esto».

Encarna y Antonio están esperando una vivienda social, pero entre tanto no tienen otro lugar donde vivir. Afirman que han buscado otro piso de alquiler que puedan pagar pero que no encuentran.

En cuanto a la posibilidad de fumigar ellos, Antonio asegura que ha comprado muchos productos para intentar eliminar los bichos «pero no ha habido forma. Son muy resistentes». Consideran que la fumigación ha de correr a cargo de la propietaria, y que además ellos no tienen dinero para pagarlo. Eliminar las chinches de una vivienda como la suya puede costar alrededor de 300 euros.

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