Este año se verán menos enfermeras sexys en la fiesta del Sábado Ramblero y más disfraces tipo mono, con capucha, grandes y abrigados, y muy anchos, para meterse dentro vestidos. Al menos éstos últimos están entre los más vendidos esta semana en las tiendas de disfraces de Alicante, donde les quitan de las manos los de «chinchilla eléctrica», monos, leones, gallinas y todo tipo de animal, que son los que dan más juego como disfraces «calentitos». También los de «unicornio», para niños, inspirados en la serie «My little pony», que cubren bastante. Una moda puntual, la de los disfraces de género grueso, por el frío que se recrudece desde hoy, manteniéndose así durante el fin de semana, por lo que vendrán muy bien para la fiesta a la intemperie.

Una vez superada la locura de los Carnavales de los colegios, que suelen elegir un modelo que trae de cabeza conseguirlo a padres y tiendas del sector, los vendedores de disfraces atienden pedidos de familias y grupos de amigos más sencillos de cumplir. Este año, también pisan fuente los atuendos relacionados con la saga de «Star Wars» por el reciente estreno de «La Guerra de las Galaxias: Los Últimos Jedi». Aparte de las socorridas máscaras de Darth Vader, se agotan las pistolas láser, y se reciben muchos pedidos de atuendos para vestirse como la princesa Leia, que sigue siendo la favorita de niñas aficionadas a la saga.

Así, varios padres buscaban artículos y disfraces de «Star Wars» en Magesbi, tienda de disfraces de referencia en la avenida de Conde Lumiares, donde estos días agotarán prácticamente la mitad de los 500 modelos a la venta.

Además de los superhéroes, que siempre tienen un público fiel, se han puesto de moda los disfraces inspirados en la serie «La casa de papel», en la que los protagonistas, vestidos de rojo, intentan el atraco perfecto. En Mundi Fiesta, en la plaza de los Luceros, han recibido pedidos de Salamanca de monos rojos con capucha y la cara de Dalí hecha en gomaeva, para parecerse a los protagonistas.

El rojo se lleva. Porque, pese al auge del disfraz abrigado, hay atrevidas caperucitas que se llevan de las tiendas de disfraces tutús y capas en este color y luego buscan corsés en las tiendas de chinos. No siempre, sin embargo, hace falta un disfraz. A las tiendas del sector han ido clientes a buscar pelucas negras y gafas para emular al personaje político de Puigdemont, que luego completan con un traje o ropas de los armarios propios. Sin embargo, Trump ha pinchado, al menos en las tiendas.

Y luego está la moda «steampunk», que fue en sus inicios un subgénero literario nacido dentro de la ciencia ficción, que se traduce en máscaras radicales. «Cada vez más gente viene con la foto del modelo que quieren en el móvil y, si no lo tenemos, lo pedimos».