El despacho de abogados Garrigues organizó el pasado martes el congreso sobre los retos del envejecimiento que se celebró en el ADDA logrando reunir a ponentes del máximo nivel y demostrando una gran capacidad de convocatoria. Álvaro Bertrán, desde la sede de Alicante, fue uno de los impulsores de la iniciativa.
¿Cómo un despacho de abogados logra organizar un congreso científico y atraer a mil doscientas personas?
Lo que hicimos fue abrir el congreso a la sociedad. Que no fuera únicamente de contenido científico y biológico, sino abrirlo también a la tecnología, al derecho y a la economía e invitar a las entidades colaboradoras a difundir el evento entre sus colectivos. Creemos que el envejecimiento es un tema relevante que nos afecta a todos y debe ser abordado por varias disciplinas. El ámbito científico tiene que tener muy en cuenta a las humanidades, y es lo que hemos intentado. Creemos que el mensaje de multidisciplinariedad ha calado. Hay otras disciplinas como psicología, sociología, urbanismo,que también tienen mucho que decir sobre el envejecimiento pero al final lo tuvimos que limitar.
Quizá esto les da pie para repetir el año que viene...
Eso ojalá pero tampoco queremos personalizar este debate. Esperamos que haya sido un punto de encuentro para la reflexión y trasladar el nivel de investigadores con vínculos en Alicante que tenemos repartidos por España y el extranjero.
¿Están satisfechos del resultado del congreso?
Mucho, por la buena acogida que ha tenido y porque ha venido gente de todos los sectores: estudiantes de bachiller, científicos muy cualificados, médicos, psicólogos, sociólogos, abogados, economistas... No queríamos un congreso científico al uso, sino algo con profundidad pero didáctico y creo que se logró.
Garrigues organiza habitualmente seminarios sobre cuestiones económicas y jurídicas más relacionadas con su ámbito de trabajo. ¿Por qué el envejecimiento?
Esto surgió porque tengo amistad con Francisco José Iborra y con Nuria Oliver y una vez que nos vimos hablamos de hacer un evento interesante en Alicante con gente de primera línea para visibilizar y divulgar la ciencia y poner en valor su trabajo entre la gente. Ellos lo vieron bien y pensamos que en esta zona que es tan amable con las personas mayores quizá tendría sentido abordar los efectos del envejecimiento incluyendo un componente económico. Yo planteé a la dirección del despacho si queríamos tener presencia en esta iniciativa y Fernando Vives me dijo que podíamos organizarlo nosotros. Le pareció una buena idea, me dio alas y lo organizamos desde enero de 2017.
¿Les costó mucho convencer a ponentes de la talla de los que participaron en el congreso?
No soy consciente de que me costara mucho. Son todos muy accesibles, gente extraordinaria que te plantea retos intelectuales apasionantes. Yo soy amigo de Oliver y de Iborra. Hablamos con María Blasco que nos ayudó a contactar con el profesor Juan Carlos Izpisúa y con Amalio Talenti y tampoco hubo problemas con Ángela Nieto ni con Andrés Pedreño . Así planteamos la idea de hacer algo en Alicante para en un futuro complementar el modelo económico actual. Creo que tenemos muchos atractivos, clima, cultura, amabilidad, y si quieremos seguir en esta línea tenemos que aprovechar una oportunidad como el envejecimiento partiendo de la ciencia. Lo mas problemático fue cuadrar las agendas. A final quedó en un martes 13 (ríe).
El presidente ejecutivo de Garrigues, Fernando Vives, habló en el congreso de la necesidad de modificar el Derecho para adaptarse a estos cambios ¿Está el Derecho en España avanzando o andamos anquilosados?
No sé si la palabra es anquilosado, pero se tiene que adaptar y avanzar mucho mas. Está claro que el mundo científico va por un lado y el económico y el jurídico por otro. Es fundamental que se unan puentes entre estas disciplinas para seguir avanzando, fomentar la investigación y poner barreras donde haya que ponerlas. Pero sí se evidenció en el congreso esa distancia entre el mundo científico y jurídico. El Derecho no está adaptado a estos avances. El mundo jurídico ha de adaptarse a los cambios sociales y estos a los cambios científicos.
Una de las repercusiones más destacadas de la jornada fue la propuesta de crear un centro de investigación contra el envejecimiento en Alicante. ¿Cree que debería colaborar la iniciativa privada en un proyecto como este?
Sin la iniciativa privada veo muy difícil que esto sea una realidad. Debe haber una colaboración público-privada pero la aportación privada debe ser la mas importante. Para que un proyecto de estas características atraiga a investigadores que están en otros centros, no sólo tenemos que contar con un lugar amable e infraestructuras adecuadas, sino con una estabilidad económica que debe dar el capital privado. La aportación privada es básica si queremos el centro.
El presidente Ximo Puig
Valoramos mucho esa propuesta. La sociedad debe agradecer ese ofrecimiento porque es una infraestructura que ya existe. Luego, equiparlo y darle estabilidad económica es algo en lo que el capital privado tiene mucho que decir. En España hay un régimen fiscal muy competitivo y favorecedor con incentivos fiscales para recuperar las inversiones que los empresarios hacen en investigación. Por ejemplo hay empresas que podrían invertir en investigación en genes, otros en tecnología.... Nuestro punto de originalidad y de valor añadido debería ser la multidisciplinariedad.
