Apenas ha transcurrido una semana desde que la nueva empresa de limpieza de colegios y dependencias municipales firmó el contrato con el Ayuntamiento de Alicante, y ha comenzado a despedir trabajadores. Ocho empleados que tenían contrato de obra o servicio fueron convocados el lunes por la UTE Limpal (formada por Clece y Fissa), para firmar el finiquito, según confirmó ayer en un comunicado Juan Evora, secretario general del sindicato de empleados públicos SEP-CV, mayoritario en el Ayuntamiento. Esta empresa fue la única de cuantas se presentaron al concurso que no firmó la cláusula de mantenimiento de empleo a la plantilla, aunque ayer explicaron representantes del SEP, «existía el compromiso del alcalde y el verbal de la empresa de que no iban a prescindir de nadie».

Por este motivo, los delegados del SEP en la empresa de limpieza acudirán esta mañana al pleno de presupuestos a manifestar su disconformidad con la UTE Limpal.

Según explica el Sindicato de Empleados Públicos en el comunicado, el personal despedido tiene una antiguedad de más de 20 años en algunos casos, «estando siempre adscritos al pliego de condiciones de la contrata de limpieza, colegios y dependencias del Ayuntamiento, reflejados en el anexo del pliego con sus salarios, subrogados por las anteriores empresas concesionarias».

Firma de subrogación

El SEP asegura que los días 6, 7 y 8 de febrero los empleados acudieron a las oficinas de UTE Limpal a firmar la subrogación. «A los trabajadores que estaban en situación de baja por incapacidad temporal, con reserva de puesto de trabajo por expediente de incapacidad o agotamiento del periodo máximo de incapacidad, unos doce, la empresa les negó la firma de la subrogación recogida en el convenio provincial de limpieza de edificios y locales».

De los ocho trabajadores que ya habían firmado la subrogación y que han sido despedidos, algunos tenían contrato indefinido, añade el comunicado. Otra queja es que, desde el día de la subrogación, el personal de administración, técnicos y algún encargado han sido excluidos de cualquier tipo de trabajo relacionado con las funciones que les corresponden «argumentando que no tenían medios (teléfono, ordenador, etc) pero incorporando al mismo tiempo a nuevo personal contratado la UTE». Asegura el sindicato que los trabajadores son ignorados, «teniéndolos sentados sin atribuciones durante toda su jornada en una sala sin hacer nada». Añade el SEP que ayer comunicaron a la encargada general, jefe de compras y administrativos el despido objetivo, «argumentando que tienen en Clece su propio departamento y estructura». El despido con indemnización de 20 días por año con un máximo de 12 meses es «un despido encubierto», considera el sindicato.