En el siglo XV hubo una mujer alicantina tan poderosa que ejerció como gobernadora del castillo de Santa Bárbara durante unos años.

A mediados de aquel siglo era Alicante una villa próspera gracias a su puerto y su huerta. Esta prosperidad fue premiada con el título de ciudad en 1490. Pero para entonces hacía siete años que había fallecido nuestra protagonista.

Violante nació en el seno de una familia noble. Oriundos de Cataluña, algunos Rotlá habían participado en la conquista cristiana del reino valenciano, siendo recompensados por la corona con posesiones en varias poblaciones. Otros también se ennoblecieron gracias a los servicios prestados a la corona, como Miguel Rotlá, padre de Violante, cuya familia procedía de Cocentaina.

Miguel, que era doncel (joven noble aún no armado caballero), se casó en 1441 con Ginesa, hija del noble alicantino Ginés Burguñó. Tuvieron seis hijos, tres de cada sexo: Juan, Jaime, Luis, Violante, Úrsula y Margarita.

Boda

Siendo muy joven, Violante Rotlá se desposó en diciembre de 1460 con el doncel Alfonso de Rebolledo, recién llegado a Alicante desde Cocentaina, donde había sido baile del condado. Era sobrino del caballero Rodrigo de Rebolledo, quien gozaba de la confianza de Juan II de Aragón. Con motivo de esta boda, el monarca regaló a los contrayentes 40.000 sueldos en metálico y las rentas que la corona había percibido de la villa y condado de Cocentaina, durante la administración de Alfonso. Violante cambió su apellido por el de su marido, Rebolledo, y dio a luz a un único hijo: Juan.

Matrimonio poderoso

Agradecido Juan II por los servicios que Alfonso de Rebolledo le prestó en las querellas que mantuvo en el reino de Castilla, le nombró trinchante y copero del rey, y el 4 de abril de 1461, en Amposta, firmó el documento por el que le concedía la alcaidía del castillo de Alicante, después de cesar a Francisco Burguñó, pariente de Violante.

Hasta fines de la Edad Media, el alcaide era el encargado de la guarda y defensa de una fortaleza, luego llamado gobernador. La concesión real, ratificada el 4 de abril de 1466, incluía la transmisión del cargo a los herederos legítimos del marido de Violante, y el cobro de un sueldo, que solía percibirse empero con retraso. El 10 de abril de 1468, por ejemplo, Juan II ordenó al baile general del reino, Honorato Mercader, que le abonara a Alfonso los 5.000 sueldos que le debían.

De todos modos, Alfonso y Violante acumularon un notable patrimonio, gracias sobre todo a sus negocios, especialmente a través de rentas y préstamos. Así, el 29 de octubre de 1463, cobraron 50 libras por las pensiones censales correspondientes al mes de julio anterior, reconocidas por el noble Pedro Maza de Lizana, señor de Novelda, junto con el alamín, jurados y viejos de la aljama mudéjar de dicho lugar. Los intereses que Alfonso tenía en Cocentaina eran gestionados mediante procuradores.

Fueron varios los pleitos que disputó el matrimonio Rotlá en defensa de sus intereses; y casi todos los ganaron. Uno de ellos fue el que mantuvo Violante con sus hermanos respecto a la herencia paterna. El 12 de agosto de 1465, Juan Rull, notario de Valencia y procurador de Violante, confirmó que los tres hermanos varones Rotlá le dieron los 2.800 sueldos reclamados por ella, de acuerdo con la sentencia arbitral dictada el 30 de julio anterior.

Estos pleitos y las conspiraciones políticas para controlar el concejo municipal, pusieron en serio riesgo la vida de Alfonso en los primeros meses de 1469, cuando Miguel Calort, Jaime y Pedro Pascual, Pedro Bonivern menor y Francisco Celler intentaron asesinarle. Huyeron cuando el soberano aragonés ordenó al justicia alicantino que los condenase a muerte y confiscase sus bienes. Asimismo, autorizó a Alfonso para que pudiera ir por la villa acompañado por diez guardaespaldas armados, tanto de día como de noche.

Al enviudar Violante en 1471, su hijo heredó la alcaidía del castillo, pero, al ser menor de edad, ella y F ernando de Rebolledo tomaron posesión del cargo en su nombre, como sus tutores, el 15 de diciembre de aquel año. En la práctica, Fernando fue quien regentó el castillo, pero fue Violante quien siguió cobrando los 5.000 sueldos anuales.

El cuñado

Fernando de Rebolledo era hermano de Alfonso y, como éste, gozaba de la confianza de Juan II, de quien recibió varias donaciones en las poblaciones meridionales del reino, como en Orihuela, donde le fueron adjudicados en diciembre de 1465 los censales y pensiones que le habían sido confiscados a mosén Bernardo Miguel de Joya. Fernando ganó aún más favores del monarca gracias a su servicio como capitán en la guerra de Cataluña, como embajador en Nápoles para concertar la boda de la infanta Juana con el duque de Calabria, y por prestar 10.000 sueldos a la corona en 1474. Anteriormente, en marzo de 1468, Juan II recompensó la lealtad de Fernando entregándole mil sueldos provenientes de las rentas de Villajoyosa.

En febrero de 1478, el monarca revocó la concesión de arriendo de la aduana alicantina que tenía concedida por 85 libras anuales a Gisbert de Tolosa, para arrendársela a Fernando por un precio inferior: 50 libras. Pero esta concesión fue cancelada el 29 de mayo de 1480, tras la llegada de Fernando II al trono. Fernando continuó vinculado a la alcaidía del castillo, por lo menos hasta 1484.

Viuda rica

Con la muerte de su marido, no desaparecieron los peligros y sobresaltos para Violante, quizá debido a que ella continuó activa en las confabulaciones políticas que se desarrollaban en la villa. La semana que viene contaremos cómo fue asaltada su casa por el justicia y los alguaciles alicantinos. En 1479 dejó la regencia del castillo por completo en manos de su cuñado Fernando. Y en 1482 murió su hijo. Ella solo le sobrevivió un año.

Violante falleció entre mayo y agosto de 1483. Fue enterrada en la iglesia de Santa María, donde había una capilla construida por la familia Rebolledo-Rotlá. Cumpliendo su voluntad, los herederos declararon plenamente libres el 2 de octubre a los esclavos Pedro «el Portugués»; Violante y su hijo Juanito Miró; Catalina, negra de 14 años, y su marido Juan Pedro; Canud, negro de 14 años; Pedro, de unos 8 o 9 años; y Antonio.

Pero, para el reparto del resto de bienes, sus hermanos Jaime, Luis, Úrsula y Margarita litigaron contra Fernando de Rebolledo, aceptando ambas partes la sentencia arbitral que se dictó el 22 de septiembre de 1483. Al mes siguiente se procedió a inventariar los bienes.

Gracias al inventario que se realizó para llevar a cabo el reparto de la herencia (estudiado por José Hinojosa Montalvo), conocemos cuáles eran los bienes que poseía Violante cuando murió.

Falleció en una casa que poseía cerca de Agost. Tenía otra alquilada a Juan Vall. Pero su vivienda principal estaba en el centro de Alicante, entre la calle Mayor y el hospital de Gomis. En el inventario se describe al detalle el interior de esta amplia vivienda, en la que había un mobiliario sencillo, pero ropa y pinturas valiosas.

Era dueña también de un horno, de un rebaño de 63 cabras y de varias fincas. Una estaba ubicada en la huerta de Sueca, a las afueras de la villa, de 60 tahúllas con árboles y viñas; otra era un espartal que se hallaba en la Cruz de Elche, entre los dos caminos que llevaban a esta población; otra contaba con casa y se encontraba en la partida que actualmente se conoce como La Vallonga. Las dos últimas heredades crecerían con el tiempo hasta formar la partida de El Rebolledo.

Los productos de estas fincas eran comercializados tanto en Alicante como en mercados exteriores, a través del puerto o de los caminos del interior, principalmente la pasa, el vino y el esparto, con el que se elaboraban cuerdas, aparejos navales y alpargatas.

La finca situada en la huerta estaba regada por el agua que, procedente del cercano manantial de la Font Santa, se almacenaba en 24 aljibes. La propiedad del agua proporcionaba a Violante otra fuente de ingresos importante, pues especulaba con los manantiales y los «hilos» con los que se regaban los cultivos, tanto en Alicante como en Cocentaina, donde heredó de su marido una fuente que el 5 de mayo de 1483 vendió a un tintorero por medio de su procurador y pariente Luis Rotlá.

Pero eran sin duda los censales y pensiones que le rendían sus posesiones en Alicante y otras villas (Cocentaina, Monóvar, Torremanzanas, Novelda, Villajoyosa, Elche?) lo que más riqueza proporcionaba a Violante. Sobre la finca en la huerta de Sueca, por ejemplo, tenía cargado un censo de 4.000 sueldos al noble Gaspar Fabra. En total eran 43 las personas e instituciones que le pagaban pensiones anuales por una cantidad superior a los 130.000 sueldos.