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La falta de docentes impide que el 25% de las asignaturas se impartan en inglés

La mayoría de los colegios solo ve factible que entre el 15% y el 18% de la enseñanza pueda estudiarse en inglés

La falta de docentes impide que el 25% de las asignaturas se impartan en inglés

La escasez de profesorado con dominio del inglés para impartir clases en Primaria restringe en la práctica los efectos de la nueva Ley de Plurilingüismo -prevista para el curso que viene- a un máximo del 18% de asignaturas en inglés y no el 25% como tenía previsto la conselleria de Educación.

Los colegios ya saben que el 16 de marzo deben tener listos sus proyectos de enseñanza en lenguas para el curso próximo, teniendo como guía los parámetros que contempla la ley a la que la Comisión de Educación ha dado el último espaldarazo antes de llegar al pleno, aunque solo a favor con los votos de los partidos integrantes del Pacto del Botànic y la oposición del PP y Ciudadanos.

El texto legal establece que se debe partir de un 25% de la enseñanza que se imparte a los escolares en castellano, otro 25% en valenciano y entre un 15% y un 25% en inglés, y añade que «se promoverá» que el 50% se imparta en valenciano y el 25% en inglés.

La pregunta a los directores de los colegios sobre el efecto real que tendrá esta nueva ley sobre el actual sistema de enseñanza apunta mayoritariamente a una respuesta idéntica: se podrán impartir más materias en valenciano, incluso llegar al 60% de toda la enseñanza, pero llegar al 25% en inglés dependerá de que se tengan profesores con el dominio del idioma.

Déficit

La propia Conselleria de Educación, consciente de este déficit de profesorado, -los últimos datos aportados por el departamento que dirige Vicent Marzà señalan que apenas un 2,8% de los docentes tienen capacitación en inglés- trata de paliarlo promoviendo estancias formativas de profesores en el extranjero y becando a auxiliares de conversación nativos para que apoyen la práctica del inglés oral en los colegios.

Sabedores de que estas medidas también resultan insuficientes, porque ni hay estancias para todos los docentes ni tampoco se ha conseguido este año llegar a la mitad de los colegios con los nuevos auxiliares nativos, desde Educación ponen en manos de los directores de los centros la posibilidad de solicitar cada curso escolar «recursos docentes extra», para tratar de cumplir los objetivos previstos en su programa de centro.

Con esta medida denominada PAM, Plan de Actuación para la Mejora educativa, algunos centros que solicitaron un maestro de inglés para este curso lo han conseguido, pero como no son recursos que tengan continuidad porque cada curso hay que volver a solicitarlos, cuando no se tiene una mínima seguridad los centros no se atreven a fijar de antemano un porcentaje de enseñanza en inglés superior al que pueden abarcar en la práctica real con los profesores que ya disponen.

Esta situación es la que desemboca en un realista 15% de la enseñanza en inglés y que solo centros con recursos extra lleguen al 18%, según concretan desde el colectivo de directores de Primaria.

En la actualidad los colegios que cuentan con profesorado competente en inglés se consideran afortunados, porque eso les faculta para poder llegar al 25% de la enseñanza en el idioma extranjero que contempla la ley de plurilingüismo y que implicaría impartir en inglés el propio idioma y otras dos asignaturas completas.

Con Naturales y Sociales impartidas en valenciano, como ya se hace en buena parte de los centros de Primaria, poder impartir Matemáticas en inglés es un privilegio que aseguran que no se puede alcanzar hoy por hoy. Para inglés se reservan materias como Música, Plástica o Educación Física que implican menos horas también.

«Engaño»

Los representantes de los padres reiteran sus críticas a que el inglés vuelva a quedar relegado. «El futuro laboral de nuestros hijos pasa por dominar la primera lengua mundial, pero sigue siendo una asignatura pendiente», señala Francisco Pacheco, de la Confederación Gonzalo Anaya.

«La competencia en las tres lenguas es una falacia y una trampa. Se deja al albur de la suerte para el que tenga profesores preparados, y eso es engañarnos», concluye Ramón López desde la Confederación Covapa.

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