El concejal Daniel Simón ha declarado esta mañana ante el juzgado que investiga el despido de la cuñada del portavoz del PP que su departamento no podía prescindir de ningún trabajador y descartó irregularidad alguna en el traslado de la trabajadora interina. Según Simón, en la concejalía de Cultura había una decena de trabajadores en la misma situación que Catalina Rodríguez y la pérdida de personal hacía que no se pudieran permitir el lujo de prescindir de ninguno. El que fuera concejal de Cultura de Guanyar antes de la ruptura del tripartito en el Ayuntamiento de Alicante ha declarado esta mañana como testigo en el juzgado por la causa en la que están investigados el alcalde de la ciudad Gabriel Echávarri y el concejal de Recursos Humanos Carlos Giménez por el cese de la interina. Catalina Rodríguez fue despedida después de que el PP denunciará en la Fiscalía Anticorrupción un presunto fraccionamiento de contratos en la concejalía de Comercio, causa por la que el alcalde acaba de ser procesado junto a dos de sus asesores a falta de que la Audiencia lo confirme.

Gabriel Echávarri siempre ha manifestado que el motivo del despido de Catalina Rodríguez se debió a que la interina estaba en una situación irregular al estar destinada en un puesto diferente para el que inicialmente fue contratada. Daniel Simón ha puesto en duda esa versión ante el juzgado, ya que declaró que los técnicos avalaron que no había irregularidad alguna por trasladar de las Cigarreras a la Lonja del Pescado a Catalina Rodríguez. En su declaración, se reafirmó en las conclusiones del informe que mandó a la Fiscalía y que fue uno de los factores que determinó que se presentará denuncia en el juzgado. El exresponsable de Cultura aseguró que el traslado se debió a los planes de la concejalía para ese año, de modo que las Cigarreras iba a dedicarse a cultura contemporánea y había una persona con conocimientos para llevar a cabo esa tarea. "Catalina Rodríguez tenía experiencia en la organización de exposiciones y el Museo de la Lonja era mejor destino para ella", explicó. El edil pidió a los técnicos que se pronunciaran sobre la legalidad del traslado y nadie indicó que hubiera irregularidad alguna.

Daniel Simón ha declarado que en su concejalía había numerosos problemas de personal, ya que hasta 17 plazas se habían quedado sin ocupar después de que los funcionarios se hubieran trasladado a otros departamentos. Según sus estimaciones, en Cultura podía haber una decena de trabajadores interinos en la misma situación que Catalina Rodríguez, pero no podía prescindir de ninguno de ellos. Como solución, había planteado a la concejalía de Recursos Humanos que se convocara un concurso oposición par regularizar la situación. De acuerdo con esta propuesta, los interinos seguirían provisionalmente en sus puestos hasta que los que obtuvieran la plaza se incorporaran, de modo que la actividad del Ayuntamiento no se paralizara. Este fue uno de los motivos por los que el pleno obligó al alcalde a dar marcha atrás días después del cese y obligarle a readmitir a la trabajadora.