El campo de concentración de Albatera -actual término municipal de San Isidro- fue uno de los más duros de España tras la Guerra Civil. Tal y como ha explicado el arqueólogo Miquel Mezquida, se desconoce con exactitud la ubicación de las fosas comunes de cientos de republicanos asesinados por el bando nacional y aunque se calcula que pueden haber más de 200 fusilados, no se sabe exactamente dónde están. El mapa de la Generalitat Valenciana señala la existencia de fosas en la zona aunque no aporta ningún tipo de información ni en la ficha técnica de término municipal de Albatera y tampoco en el de San Isidro.

El campo de concentración se encontraba situado en la zona de los Saladares, en las proximidades de la estación de ferrocarril. Se construyó en 1937 y llegó a albergar a cientos de presos que tuvieron que aguantar unas condiciones de habitabilidad paupérrimas.