No hay pleno en el que algún grupo municipal no intente la creación de una comisión específica sobre algún asunto de supuesto interés para la ciudad de Alicante. Impulsar la isla de Tabarca, analizar el contrato de la limpieza, aplicar la Ley de Memoria Histórica, reactivar el Casco Antiguo, abordar las dificultades de convivencia en el entorno de la estación de Renfe, coordinar los actos de relevancia dentro del contexto de la Guerra Civil, la implantación de Ikea en la ciudad, impulsar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad del conjunto defensivo de la ciudad (Castillo de Santa Bárbara, entre otros elementos), revisar el reglamento de Participación Ciudadana, ejecutar el proyecto de «Ciencia Callejera», investigar las contrataciones de la Concejalía de Comercio (que han llevado al procesamiento al alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri), preparar la candidatura para que Alicante albergue los Juegos Europeos o para que se implante una oficina de la Comisión Europea, controlar el desarrollo de la Edusi de las Cigarreras (el proyecto cofinanciado por Europa que impulsar la rehabilitación del entorno de los castillos), revisar el Plan Integral de la Zona Norte, vigilar la contratación llevada a cabo por el equipo de gobierno o elaborar el plan municipal de inclusión (la última aprobada en el pleno del pasado mes de enero) son algunas de la treintena de comisiones que la corporación municipal ha aprobado en el pleno durante este mandato, aunque media decena se asumieron de la pasada legislatura. Sin embargo, menos de la mitad de estos órganos sobre asuntos específicos tienen una actividad real una vez superado el ecuador del mandato, marcado por la ruptura del tripartito.
Según fuentes municipales, el pleno del Ayuntamiento ha debatido sobre la pertinencia de la creación de medio centenar de comisiones, aunque finalmente sólo se ha impulsado aproximadamente la mitad. Una decena de ellas fueron propuestas por el PP, frente a las seis pedidas por Ciudadanos y las cuatro que elevó al pleno el gobierno municipal durante la etapa del tripartito de Alicante, para asuntos como la aplicación de la Ley de Memoria Histórica (que en diciembre dio luz verde al cambio de las calles tras la sentencia judicial que obligaba a que el pleno se pronunciase sobre el asunto) o para coordinar los actos conmemorativos relacionados con la Guerra Civil.
En este año, según confirman las mismas fuentes, se han convocado dos reuniones de comisiones. La primera tuvo que ver con el seguimiento del contrato de la limpieza, que se convocó por primera vez en lo que va de mandato pese a la polémica por la gestión del área y los dos cambios al frente de la Concejalía de Limpieza. La cita intentó impulsar la contratación de una auditoría externa, sin embargo sólo sirvió para que los grupos se vieran la cara y la oposición criticase al gobierno por acudir a la reunión sin los informes necesarios. Días después se reunió la comisión de la Zona Norte, en la que Compromís, a través de Natxo Bellido, reprochó al gobierno de Echávarri que no acudiesen los concejales Carlos Giménez y Gloria Vara (de Coordinación de Proyectos y del distrito afectado). Recientemente, Ciudadanos reclamó que se reactiven las comisiones relativas a Ikea, los desahucios o la de investigación sobre los contratos de la Concejalía de Comercio. Por su parte, desde Compromís también exigieron la convocatoria de la comisión para conmemorar el final de la Guerra Civil, al considera «urgente» que se ponga a trabajar en los actos por el ochenta aniversario del bombardeo del Mercado.
Fuentes del ejecutivo de Echávarri subrayan que «el objetivo de la oposición con las comisiones es intentar paralizar al equipo de gobierno y fingir que trabajan, mientras que el equipo de gobierno prefiere simplemente trabajar».
Barcala (PP) critica la «falta de interés» del gobierno local
El portavoz del PP, Luis Barcala, lamenta la «falta de interés y de trabajo que demuestra el gobierno municipal cuando se niega a convocar las comisiones que tienen como fin la fiscalización y el impulso» de la actividad municipal. Para Barcala, «el tripartito primero y el PSOE después han estado dinamitando y dificultando el funcionamiento de estos mecanismos de control de la gestión local, pese a haber apoyado en el pleno algunas de ellas, despreciando así las decisiones tomadas de forma democrática».
