No quieren ni oír hablar de moverse. Los usuarios del Centro de Mayores de San Gabriel se niegan a cambiar de instalaciones como así pretende el Ayuntamiento de Alicante. El pasado mes de junio, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante dio luz verde al traslado del colegio El Somni, en la Zona Norte de Alicante, al barrio de San Gabriel, en concreto a las instalaciones que ahora ocupa el Centro de Mayores, que a su vez será trasladado al espacio que aún está en manos del Centro de Formación del Profesorado (Cefire).
En un primer momento, los mayores acogieron de buen grado el cambio de instalaciones «siempre y cuando las nuevas fueran mejores o como mínimo en las mismas condiciones que las actuales». Así se lo garantizó además la ex edil de Acción Social, Julia Angulo, en una carta del pasado mes de julio, en la que se aseguraba que «el traslado no se efectuará hasta que puedan disponer de las nuevas instalaciones en las condiciones adecuadas de utilización para las actividades que desarrolláis».
Sin embargo, los meses han pasado y los usuarios de este centro aseguran que las noticias que les llegan del Ayuntamiento no apuntan en esa dirección. «Nos han dicho que hay una partida de 166.000 euros para acondicionar únicamente la primera planta del centro, algo que nos parece del todo insuficiente porque vamos a perder mucho espacio para nuestras actividades», explica Agustín Conesa, secretario del Centro de Mayores.
Instalaciones más pequeñas, pero además más alejadas. Los mayores también critican que el edificio en el que el Ayuntamiento quiere abrir el Centro de Mayores está a las afueras del barrio. «Habrá usuarios que ni vayan porque sus casas están a dos kilómetros, mientras que el actual centro de mayores está muy bien situado en el barrio, cerca de todo».
Unas 200 personas acuden a diario al Centro de Mayores de San Gabriel, donde se realizan diferentes actividades, como gimnasia, pintura, biodanza o talleres para ejercitar la memoria. Además, los usuarios cuentan con espacios para jugar partidas de dominó y cartas y una cafetería. Unas instalaciones en las que se sienten cómodos y que en su momento fueron muy reivindicadas. «El anterior Centro de Mayores estaba situado al final de una enorme cuesta, por lo que había muchas dificultades de acceso. Las caídas se repetían a diario», lamenta Conesa. No obstante, creen que el Ayuntamiento podría invertir en mejoras. «La sala para juegos de mesa no es lo suficientemente grande, por lo que hombres y mujeres estamos separados. Las mujeres se sienten discriminadas porque tienen que estar en una sala muy pequeña y sin ventilación». Desde el Ayuntamiento, la edil de Servicios Sociales, Sofía Morales, señala que están ultimando los permisos de obra y el traslado se realizará cuando se acometan los trabajos de mejora en el Cefire. Según Morales, las nuevas instalaciones «son mucho más cómodas y accesibles, por lo que muchos usuarios están encantados».
Los mayores cuentan con el apoyo de la recién creada Plataforma de Vecinos de San Gabriel. «Este es un ejemplo de las enormes carencias del barrio, uno de los pocos que no tiene centro social», lamenta Isidro Gómez, responsable de la nueva plataforma. Según Gómez, «se da la paradoja que en el barrio hay un montón de locales de titularidad pública que al final son ocupados por otras entidades ajenas al barrio».
