Tenían ya todas sus pertenencias en bolsas y ya habían comenzado a sacarlas a la calle, cuando en el último minuto el banco echó marcha atrás. De esta forma, María Socorro Díaz, de 17 años, podrá seguir viviendo en la casa que ocupa desde hace un año junto a su marido y su hijo de 15 meses. El banco propietario de la vivienda, ubicada en Colonia Requena, había fijado el día de ayer para desahuciar a la familia.

La situación era complicada, ya que era la segunda vez que la pareja se enfrentaba a una orden de desalojo y en esta ocasión no contaban con el apoyo de Stop Desahucios. La plataforma ha decidido no frenar ningún desalojo más por ocupación ilegal alegando la grave situación que se está dando en la ciudad con la implantación de mafias que ocupan casas propiedad de los bancos y la falta de implicación de los servicios sociales en todo este problema. Así las cosas, a primera hora de la mañana sólo los vecinos y familiares de la pareja hacían piña a las puertas de la vivienda, esperando la llegada de la comisión judicial, que lo hizo pasadas las 11.30 de la mañana, junto al procurador del banco, dos cerrajeros y efectivos de las policías Local y Nacional. Los agentes acompañaron a la comisión judicial a la vivienda para hablar con la familia. Inicialmente, el personal del juzgado se mostró inflexible a la hora de ejecutar el desahucio, alegando que ya se paralizó en noviembre y que desde entonces la familia no ha hecho nada por cambiar la situación. La pareja se disponía a sacar sus cosas de la casa cuando el representante legal del banco recibió una llamada y anunció que estaban dispuestos a frenar el desalojo. De esta manera, la familia podrá permanecer en el piso hasta mayo, mientras los servicios sociales buscan una solución.