Operarios municipales iniciaron ayer los trabajos de limpieza y movimiento de arena para devolver a su aspecto habitual la playa de la Albufereta, que volvió a quedar partida en dos el pasado fin de semana tras las lluvias del sábado por la noche. Unos destrozos que se producen cada vez que hay un temporal al encontrarse esta playa en la desembocadura de un barranco.

Según informa el Patronato Municipal de Turismo y Playas del Ayuntamiento, que dirige la edil socialista Eva Montesinos, los trabajos se han iniciado con la limpieza de Albufereta para que ésta pueda recuperar su aspecto normal «y dejarla en perfecto estado». «Está previsto que las labores para recuperar el entorno de la playa se realicen durante tres días, y con esta rápida actuación vuelva a estar en condiciones», informan desde el Ayuntamiento.

Los técnicos municipales inspeccionaron el lunes todas las playas del municipio para proceder de forma inmediata a reparar los desperfectos. «Sólo la Albufereta, donde desemboca el barranco del Juncaret, sufrió los rigores del temporal». Los trabajos que se iniciaron ayer continuarán al menos hasta el viernes con el acondicionamiento de la zona, tras haber quedado dividida la playa en dos por las lluvias, que llegaron a superar los 65 litros por metro cuadrado en algunos puntos de la ciudad de Alicante.

Se trata de un problema recurrente en la Albufereta cada vez que hay un temporal, de ahí que el Ayuntamiento haya reclamado a la Generalitat y a Costas una solución urgente al problema. «Somos tres las administraciones implicadas y estamos viendo cuál es la mejor solución. Existen varias posibles soluciones encima de la mesa pero ninguna es fácil. Habrá que estudiar la más ventajosa y menos costosa a nivel de ejecución», explicó a finales de agosto Montesinos, tras una tormenta que volvió a llevarse media playa.

El Ayuntamiento propuso en 2015 instalar una plancha de hormigón en toda la extensión de la desembocadura cubierta con una capa fina de arena, más fácil de recuperar cuando las avenidas se la vuelvan a llevar. Costas puso pegas al considerar que una escollera podía perjudicar la dinámica natural de la playa.