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Réquiem por un saladar

La falta de vigilancia acelera la degradación del humedal de Agua Amarga, lleno de escombros en varias zonas

La falta de vigilancia provoca que muchas zona del saladar se conviertan en improvisados vertederos de escombros. héctor fuentes

La falta de protección que sufre el Saladar de Agua Amarga (tras dieciséis años en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Generalitat el área que pertenece a Alicante no tiene ni blindado el suelo ante una posible especulación urbanística) ha hecho que el humedal esté lleno de escombros, sin vigilancia y sufra continuos impactos, además de carecer de un buen sistema de inundación tras el corte del aporte natural de agua sufrido por la falta de lluvias por un lado, y la captación de aguas por las desaladoras por el otro, por lo que su inundación está supeditada a que las plantas aporten agua tal y como establece la Declaración de Impacto Ambiental.

Ecologistas en Acción y la asociación Amigos por la Defensa de los Humedales del Sureste denuncian, en este sentido, la indolencia del Ayuntamiento de Alicante para declarar el paraje como parque municipal protegido, solicitud que lleva en el cajón desde 2015.

El Saladar de Agua Amarga es un espacio natural incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana desde 2002. Pese a este nivel de protección, desde hace años sufre un importante deterioro, aunque sigue manteniendo unos altos valores ambientales y paisajísticos.

Uno de los mayores impactos le llegó tras la construcción de las desaladoras del Canal de Alicante, que, debido a la toma de agua a través de pozos, que afectan al acuífero, han provocado la ausencia de su inundación natural aunque llueva, la pérdida de la lámina de agua, y la consiguiente desaparición de las especies de aves acuáticas, incluso llegando a afectar a la vegetación de saladar, según denuncian los ecologistas.

Graves impactos a los que hay que sumar el vertido de escombros y basuras, la entrada de vehículos en los antiguos esteros (zonas pantanosas), o la apertura de nuevos caminos entre la vegetación de saladar, que, según Ecologistas en Acción, provoca que el saladar, una zona húmeda de gran interés ambiental, se encuentre en un alarmante estado de degradación.

Desde hace años, tanto Ecologistas en Acción como Amigos de los Humedales del Sur de Alicante han reclamado su restauración, tanto al Gobierno (Costas) como a la Generalitat, con competencias sobre estas antiguas salinas, abandonadas desde los años 70 y que afortunadamente ha conseguido mantener buena parte de su superficie sin urbanizar.

En 2015, los ecologistas reclamaron al Ayuntamiento de Alicante la declaración del saladar de Agua Amarga como Paraje Natural Municipal y que, además, se consensuara la gestión ambiental con Costas (30 ha del saladar pertenecen al dominio público Marítimo Terrestre), la Conselleria de Medio Ambiente y la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, entidad gestora de las desaladoras y responsable de la inundación periódica del saladar tal y como señalan las medidas correctoras de la Declaración de Impacto Ambiental.

Indolencia municipal

Los ecologistas denuncian que pasados mas de dos años desde la presentación del escrito, el Ayuntamiento no ha llevado al Pleno esa solicitud, «y hay grandes resistencias para que lo haga en algún momento, a pesar de la moción de Guanyar aprobada en el Pleno de diciembre de 2017 (que incluía también al saladar de Fontcalent), que obligaba a tramitarla en el Pleno de enero de 2018», denuncian.

Los ecologistas se muestran muy críticos con la actuación del actual equipo de Gobierno y rechazan «los obstáculos que se están interponiendo para que esa solicitud se apruebe en el Pleno y se envíe a la Consellería de Medio Ambiente. Ecologistas en Acción y AHSA consideran que «la recuperación de esta zona húmeda debería haber sido una prioridad en las políticas ambientales del municipio, ya que se trata de un importante hábitat potencial para diferentes especies de fauna y flora protegida. Bien gestionado sería un interesante lugar para la realización de actividades de educación ambiental».

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