El temporal de levante que en la noche del sábado y madrugada de ayer afectó a la provincia ha dejado en gran parte del territorio el doble de lluvia en apenas doce horas que en los últimos cuatro meses, poniendo fin a un largo periodo sin apenas precipitaciones.

Las precipitaciones se iniciaron en torno a las 21.00 horas del sábado y se prolongaron con fuerza durante toda la noche, hasta que a primera hora de la mañana de ayer comenzaron a remitir. El interior de Marina Alta y El Comtat han sido las zonas donde más ha llovido, con 170,2 litros por metro cuadrado en Castell de Castells, 162,4 en Benigembla y 157,8 en Millena, según los datos recabados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet). No obstante, el agua cayó de manera generalizada con gran intensidad, aunque sin provocar problemas de importancia.

Desde el organismo oficial estatal pusieron como ejemplo de la envergadura de este temporal el hecho de que en el aeropuerto de El Altet hubieran caído 83,5 litros por metro cuadrado, cuando desde el 1 de octubre hasta ayer sólo se habían acumulado 41,6. Por su parte, desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) destacaron que los 60,8 litros caídos en la capital de la provincia son prácticamente el triple de lo que es habitual en un mes de enero. Cabe recordar, en este sentido, cómo desde este departamento de investigación han hecho hincapié recientemente en que en los últimos años se viene observando que el invierno tiende a ser cada vez más húmedo, frente a un otoño más seco.

Se esperaba también nieve por encima de los 800 metros y finalmente este fenómeno hizo acto de presencia, aunque en cotas superiores y sin que cuajara demasiado. Según el Laboratorio de Climatología de la UA, la nevada no alcanzó mucho espesor debido a la humedad. Aún así, las cumbres más elevadas amanecieron ayer teñidas de blanco, caso de las sierras de Aitana, Mariola y la Serrella. También fue así en la Font Roja, en Alcoy, donde muchas personas se acercaron hasta la zona del santuario para poder disfrutar del gélido paisaje, realizar fotos y jugar con la nieve, informa N. Simón. Desde Ibi, la vertiente solana de este parque natural también se observaba nevada.

Donde más se pudo ver de cerca el efecto de las lluvias fue en ríos y barrancos, cuyo caudal aumentó de manera muy notable pero sin consecuencias importantes. Un ejemplo fue el Serpis a su paso por Cocentaina; en esta localidad se acumularon 121 litros por metro cuadrado. Unos pocos kilómetros más abajo, el embalse de Beniarrés alcanzaba prácticamente el máximo de su capacidad, informa A. Vicente. En la misma comarca de El Comtat, el Molí del Salt de Benilloba ofrecía una imagen espectacular, mientras que en Alcoy se dejaba ver de nuevo la cascada de El Salt, por la que no llega a caer agua en épocas de escasez hídrica.

También resultaba más que llamativo el caudal que llevaba el Vinalopó a su paso por Beneixama, donde el cauce suele estar completamente seco pero han caído 99 litros por metro cuadrado en doce horas. La misma situación se dio en Elche y Alicante con los barrancos de San Antón y las Ovejas, respectivamente. La lluvia acumulada en Elche fue de 63,6 litros por metro cuadrado. También en Benidorm se alcanzaron 60,8.

Más al sur, las precipitaciones fueron también cuantiosas para la pluviometría habitual de estas comarcas, y más aún tratándose de un mes de enero. En Orihuela cayeron 44,4 litros y 36,8 en Rojales, una lluvia que supone un importantísimo alivio para el campo después de varios meses de sequía, tal y como destacaron desde organizaciones agrarias y de regantes.

En este sentido, Pedro Valero, de Asaja, señaló que el agua «ha calado bien en los cultivos» y que con ella «se han lavado los cítricos», informa J. R. Esquinas. El responsable agregó que las precipitaciones en la Vega Baja y Murcia ayudarán «a acumular aportes para el Hondo». También José Andújar, presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana y vicepresidente del Tajo-Segura, se felicitó de este «riego de socorro», recalcando además que en la cabecera de la cuenca del Segura llovió y nevó con intensidad, lo que mejora las expectativas de recursos hídricos a corto plazo.

Pese a la intensidad de las lluvias, la incidencia más significativa fueron los destrozos que el temporal causó en la playa de la Albufereta, que quedó partida en dos. La edil responsable del área, Eva Montesinos, señaló que a partir de hoy mismo se procederá a su reparación.

En Elche se suspendieron los partidos previstos en el pabellón deportivo Esperanza Lag al producirse charcos en el interior debido a las goteras. El Consorcio de Bomberos hizo 30 intervenciones, ninguna de ellas grave. Por su parte, los bomberos de Alicante realizaron diez saneamientos de fachadas y retiraron los restos de un muro que cayó sin más consecuencias. El 112 atendió 190 llamadas desde la provincia. En cuanto a carreteras, sólo estuvo cortada durante unas horas debido a la nieve la CV-657, que une Beneixama con Fontanars dels Alforins, ya en València.