El saldo medio que reciben al año los institutos, entre 80.000 y 300.000 euros, debe destinarse no solo a los gastos de funcionamiento más básicos, agua, luz y gas, sino también al mantenimiento y reposición de materiales, la adquisición de mobiliario y equipos didácticos y «otros que sean aprobados por la dirección general competente». Los directores opinan que abre la puerta a contribuir con el Plan Edificant para construir nuevos centros