«Espero, Inés, que tus ideas por mejorar el mundo no se queden en el olvido». La Infanta Elena hizo hincapié ayer, ante las centenares de alumnas del colegio femenino Fomento Altozano de Alicante, en la importancia de potenciar valores como la «solidaridad, la generosidad y la bondad de las personas», que a su vez extrajo del cuento de una de las niñas, Inés Blin, tiulado «Sonrisas Blancas»cuento Inés BlinSonrisas Blancas, con el que ha ganado el concurso internacional de la Fundación Mapfre entre otros 6.000 presentados de 2.000 colegios de todo el mundo.

Doña Elena desplegó un continuo abanico de sonrisas y muestras de afecto entre las alumnas a lo largo de la hora que estuvo en el colegio. En su calidad de directora de proyectos de Fundación Mapfre entregó a Inés un ordenador y un bicicleta, y otro ordenador a su profesora de Lengua, Rosa María Caballero, que fue la instigadora para que las alumnas de Altozano se presentaran al concurso.

El cuento ganador, «Sonrisas Blancas», imagen con la que la pequeña autora traslada la alegría de los niños africanos cuando consiguen una escuela, llevó a la hermana mayor del Rey Felipe VI a animar al entregado público que le escuchaba en el patio del centro a «leer porque nos permite entender mejor el mundo» y a desarrollar «esa capacidad de ayudar y de ser solidarios que aporta el cuento de Inés para que se pueda hacer realidad», les dijo.

Saludar a la Infanta y hacerse fotos con ella era la mayor ilusión de las alumnas, y doña Elena se prestó a todas las iniciativas que en este sentido le proponía la directora, Pilar Artiaga, quien previamente había ideado el agasajo organizado para dar la bienvenida a una de las representantes de la realeza.

La imagen de las alumnas de Bachillerato a ambos lados de todo el recorrido que hizo la Infanta, desde que puso el pie en el centro escolar, con continuos aplausos a su paso, trasladaba a aquella otra que plasmó Berlanga hace 64 años con su película «Bienvenido, Mister Marshall».

Entre las alumnas más pequeñitas le entregaron un ramo de flores y se atrevieron a decirle que le diera un beso a su padre. Doña Elena no captó bien sus palabras -apenas les salía la voz del cuerpo a las niñas- y la directora le trasladó el afecto de las alumnas por su padre. «Otro besito de mi parte también», les dijo sin cesar de sonreir y llevándolo a cabo. «Estoy contentísima de estar con vosotras».

Las pocas alumnas que no asistieron al acto se asomaban a las ventanas del piso superior para tratar de distinguir a la Infanta entre el séquito que la acompañaba, las directivas del colegio y de Fundación Mapfre, la promotora del concurso.

«Seguid escribiendo que cualquiera de vosotras puede ser la ganadora», animó a todas la de Primaria que seguían sin un murmullo sus palabras en el improvisado salón de actos al aire libre en el que tuvo lugar la entrega de los premios a su compañera de 10 años.

Todo el tiempo junto a Inés, en primera fila y más que orgullosos, su madre Silvina Gómez y su padre Jean Blin, de nacionalidad francesa, a quienes la directora del centro se dirigió para agradecerles la motivación que han inculcado su hija. «Además de escribir tan bien es muy buena persona», destacó a su vez la profesora de Lengua, Rosa María.