El único artista alicantino que planta este año una falla Especial en València, Sergio Gómez, ha elegido la Ruta de la Seda como temática para su obra, que concursará en la sección infantil. A la hora de diseñar el boceto, el artista contactó con el Colegio del Arte Mayor de la Seda, que data del siglo XV y que fue premiado por la Unesco, como uno de los ejes de la capitalidad mundial de la seda que València ostentó en 2017. Esta institución contiene frescos, murales, mosaicos y un suelo con 7.000 baldosas artesanales, que está protegido como patrimonio cultural. Gómez, que en junio plantará la Hoguera Oficial infantil de Alicante, ha tenido que pedir permiso para reproducir el valioso suelo del Colegio de la Seda en su falla infantil.

La obra del artista foguerer, quien obtuvo el ninot indultat infantil de las Fallas de València en 2016, se podrá visitar en el Barrio Bétero de la estación del Cabanyal, en el sector marítimo, durante las próximas fiestas de San José.

Gómez está muy ilusionado con obtener un nuevo «indulto» gracias a una temática que coincide en el tiempo con los contactos que la Agencia Valenciana de Turismo ha iniciado con ciudades y regiones de la histórica Ruta de la Seda, como Samarcanda, en Uzbekistán, para estrechar lazos con una de las grandes puertas de estas rutas comerciales organizadas a partir del negocio de la seda china desde el siglo II antes de Cristo y que se extendieron por todo el continente asiático, afianzándose en el siglo XV en los reinos hispánicos y el Mediterráneo occidental, especialmente en València.

El conjunto que lleva a la Exposición del Ninot de Fallas, donde se indulta, como en las Hogueras de Alicante, uno adulto y otro infantil por votación popular, fue presentado ayer en un acto en el Colegio del Arte Mayor de la Seda. Asistieron las Falleras Mayores de València, dada la relación de la industria de las sederías con la Fiesta valenciana (también con la alicantina), una delegación de la Unesco, y Vicente Enguídanos, el último «velluter». Es decir, el único tejedor que queda en una ciudad en la que llegó a haber más de 2.300 telares. «Ahora sólo queda uno, en el que Enguídanos hace demostraciones porque ya está jubilado. De momento este oficio se termina con él», dice Gómez. De ahí que le haya elegido como figura central del ninot con el que compite en la tradicional exposición, en el que aparece enseñándole las telas de seda a unas falleras con un telar.

La falla se inspira en una leyenda que cuenta que la seda se descubrió cuando una antigua emperatriz china tomaba el té y le cayó un capullo de gusano: cuando lo fue a sacar tiró del hilo. Los falleros donarán la escena al Colegio de la Seda si no la indulta el público.