El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, recibió ayer con satisfacción la decisión de la Autoridad Portuaria de Alicante de construir una terminal para mover graneles en naves cerradas en el Puerto, tal como reclamó el propio Consell en noviembre de 2016, y como exige la Plataforma de Afectados por las Descargas Tóxicas. El anuncio del presidente del Puerto, Juan Antonio Gisbert, ha abierto la puerta a la modificación de los términos de la resolución del Consell por la que prohibió la carga y descarga de los graneles el 20 de diciembre, y que los muelles recuperen la actividad, pero la decisión final será del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, cuyo auto de suspensión está en vigor desde el pasado viernes.
«Nuestra voluntad es poder levantar la suspensión de la paralización de los graneles, y tenemos avanzados los consensos con todas la partes porque nadie quiere que no haya graneles en el Puerto de Alicante pero cumpliendo con toda la normativa», aseveró Álvaro, que añadió que «vamos a revisar todas los aspectos de la autorización que se dio en su día y vigilaremos que lo de las naves no se quede solo en un anuncio el viernes al consejo del Puerto».
El juez instó al Puerto en su decisión a solucionar el tema de la altura de las pantallas cortavientos, algo que tiene que fiscalizar Medio Ambiente que, a su vez, busca el consenso con los vecinos que también están personados en una causa que se ha judicializado. Un portavoz autorizado de Medio Ambiente subrayó ayer que «nuestra disposición es la de hacer todo lo posible para que la actividad de los graneles vuelva al Puerto y en ello está Julià Álvaro. El anuncio de Gisbert de las naves cerradas es clave porque nadie quiere que el Puerto esté cerrado a los graneles varios meses, pero hay que buscar el consenso de todas las partes».
Mientras, desde la plataforma de afectados, José Santamaría, su portavoz mostró su satisfacción pero también su escepticismo. «Queremos ser optimistas pero habrá que ver cómo evoluciona todo después de todos los incumplimientos anteriores».
A Puertos del Estado, sin embargo, que no le esperen. El Ministerio de Fomento no pondrá ninguna pega a que la Autoridad Portuaria de Alicante construya una nueva terminal para graneles con naves cerradas, pero tiene claro que la infraestructura deberá levantarse con fondos privados, según revela una respuesta parlamentaria a Ignasi Candela, diputado por Compromís en el Congreso, en la que, por otro lado,se admite que Puertos del Estado era consciente del problema generado por la emisión de partículas a la atmósfera producto del movimiento de graneles, desde diciembre de 2016. Según la respuesta parlamentaria, el Puerto de Alicante inició entonces la tramitación correspondiente para el proyecto «Naves Cerradas», en cumplimiento de la resolución de la Conselleria de Agricultura del 24 de noviembre de dicho año para la instalación de carga, descarga, transporte y almacenamiento a la intemperie de mercancías a granel en el Puerto de Alicante. «Este tipo de inversión le corresponde a la iniciativa privada», señala el Gobierno en su respuesta.
El presidente del Puerto, Juan Antonio Gisbert, anunciará mañana oficialmente al Consejo de Administración del Puerto la decisión tomada por el equipo gestor portuario de dotar al Puerto con una terminal para graneles que se moverán en naves cerradas.
