Más años de baja que los que mucha gente tiene cotizados. El funcionario «absentista» de la Diputación provincial acumula nada menos que 4.453 días de baja laboral entre los años 2001 y 2016, según los cálculos que dio a conocer ayer el Diputado de Personal, Alejandro Morant, y a los que faltaría añadir los meses que el trabajador ha permanecido sin trabajar en 2017. Doce años y dos meses sin acudir a su puesto de trabajo, pero cobrando el sueldo íntegro -1.500 euros- de la Diputación.
Según Morant, quien anunció que se va a realizar un informe sobre el absentismo en la institución, en siete ocasiones, el empleado ha superado los 365 días de baja y en tres el periodo máximo de 545 días. Hasta en tres ocasiones ha intentado sin éxito que la Seguridad Social le conceda una incapacidad.
El caso de este funcionario ha generado un enorme revuelo a nivel nacional. Numerosos medios de comunicación de todo el país se han hecho eco de su excepcional situación.
Nada menos que quince años alternando bajas con vacaciones, sin que además haya una mutua que le controle, gracias a un real decreto de 1993 por el que los funcionarios que obtuvieron su plaza antes de ese año serían controlados directamente por la Seguridad Social. Sindicalistas de la institución le han llegado a calificar como un «absentista patológico», si bien no han querido entrar en valoraciones ya que consideran que nada de lo que hace es ilegal.
Tras las enormes repercusiones mediáticas del caso, Alejandro Morant quiere conocer ahora cuántos trabajadores de la institución provincial puede haber en esta situación, para lo que ha encargado un informe detallado.
El responsable de Personal reiteró ayer que durante los últimos años han hecho todo lo posible para intentar resolver la situación de este empleado, que trabaja como auxiliar de enfermería en el centro psiquiátrico Doctor Esquerdo. «El 15 de marzo del año pasado le enviamos una carta a la inspección médica de la Seguridad Social comunicándole que este funcionario no era apto para trabajar».
Morant afirma que en los últimos años han tratado de expedientarlo sin éxito y de ir contra el médico que le ha firmado buena parte de las bajas. Ahora, la estrategia de la Diputación provincial pasa por sumarse a la petición del funcionario para que la Seguridad Social le declare incapacitado y le conceda una pensión vitalicia. Para ello, la institución aportará sus propios informes sobre el estado de salud del empleado. Mientras, el funcionario «absentista», habló ayer brevemente con algunos medios de comunicación para asegurar que tiene «la conciencia tranquila».
