Cuatro calles del Casco Antiguo convertidas en urinarios improvisados las noches del fin de semana. El dispositivo nocturno para el Barrio de la Policía Local formalizó el pasado año 105 denuncias a personas que miccionaban en la vía pública, de las cuales casi la mitad se concentran en solo cuatro calles.

Este operativo, al que se suma ahora un despliegue de la Policía Nacional para frenar el repunte de la delincuencia en esta zona con una serie de redadas, se saldó en 2017 con 708 denuncias. Entre ellas destacan las de los orines, que se concentran en las calles San Agustín (16), Mayor (15), Toledo (11) y Las Monjas (9), seguidas de Montengón (8), Santísima Faz (6) y San Pascual (5).

Desde el Ayuntamiento anuncian que para combatir esta práctica incívica y facilitar la limpieza, se va a probar un novedoso sistema que una vez impregnada la pared con una sustancia especial, repele el orín y no se queda en la pared, por lo que si el resultado es satisfactorio en esta experiencia piloto se extenderá por las áreas más conflictivas.

Este operativo de la Policía Local se despliega desde septiembre de 2016 de forma permanente las noches de los viernes, sábados y vísperas de festivos, con dos tramos de actuación: entre 22.00 a 3.00 horas, periodo en el que están los establecimientos en funcionamiento; y entre las 3.00 a 4.30 horas, que es el horario de cierre y desalojo del Barrio.

Y su objetivo es hacer cumplir de forma escrupulosa las ordenanzas municipales y el control del horario de los establecimientos públicos, así como atajar la venta y el consumo de alcohol a menores y ayudar a mejorar la prevención y la seguridad general en la zona, aunque en los últimos meses se ha visto desbordado por el repunte delictivo.

Durante el pasado año, primer ejercicio completo de vida de este servicio especial, se ha cerrado con 708 sanciones. Entre ellas destacan las 110 interpuestas por incumplir la ordenanza de limpieza, 105 por miccionar en la vía pública, 100 por actas por aperturas de establecimientos de ocio, 80 por auxilio al ciudadano, 75 por actas por veladores, 65 por tema de seguridad como robos, actos vandálicos o agresiones, así como 30 por consumo de estupefacientes y 20 arrestos por robos, agresiones o amenazas. También hay que destacar las 26 denuncias por ruido fuera de los locales, 20 por botellón, 6 por vender alcohol a menores y 10 por incumplir el horario de cierre.

Este dispositivo tiene desde hace dos semanas compañía, una ayuda que venía siendo reclamada desde hace meses. Y es que las redadas realizadas los dos últimos fines de semana por parte de la Policía Nacional para frenar el repunte de delitos en el Casco Antiguo vienen a aliviar el operativo permanente de la Policía Local, cuyos agentes en los últimos meses se han visto «desbordados» y «solos», según indican desde este cuerpo y la concejalía.

Saturados desde el verano

Celebran que «por fin» la Subdelegación del Gobierno y Policía Nacional tome cartas en el Barrio, ya que desde el pasado verano la situación era «muy complicada» y los agentes municipales en muchas ocasiones se veían obligados a realizar tareas de seguridad que no son de su competencia, lo que les privaba de poder ejercer de forma adecuada por ejemplo su labor de control de las ordenanzas municipales, como horarios, ruidos, etc.

El edil de Seguridad, Fernando Marcos, y los inspectores Terrén y Santana, responsables del dispositivo nocturno del Casco Antiguo, destacan la buena relación con la Subdelegación y la Policía Nacional, y muestran su satisfacción por que tengan ya «compañía» las noches de fiesta, esperando que el nuevo dispositivo tenga continuidad. Y es que aseguran que sobre todo el tema de hurtos y robos de teléfonos móviles se han disparado en los últimos meses, tema en el que no dan abasto.

Cuando son reclamados tanto por este tipo de delitos como otros como agresiones, peleas, violencia de género, etc., el dispositivo de ocho agentes, un oficial y un inspector con el que cuentan se ve gravemente mermado, lo que les impide realizar sus propias funciones.

Y también lamentan que no puedan tener presencia los agentes de paisano, aunque en breve gracias a un cambio legislativo esperan que sea el propio alcalde Gabriel Echávarri el que autorice ir a los policías de incógnito, en lugar de la Delegación del Gobierno como hasta ahora. De igual forma reconocen que no pueden asignar más agentes y que el cuerpo cuenta con un déficit de cerca de un centenar de policías.

Los dos inspectores admiten que se han visto «solos» desde el verano, y no saben si ha sido debido a que el tema de Cataluña, que ha restado efectivos de la Policía Nacional a la capital, y ahora han vuelto a ver mayor presencia de estos agentes.

Debido a este repunte en los hurtos, robos, actos vandálicos y consumo de estupefacientes, el Ayuntamiento había solicitado a la Subdelegación una mayor presencia de la Policía Nacional, petición que ha sido ahora atendida. Por ello esperan que la presencia de la Policía Nacional tenga continuidad para que la Policía Local pueda centrarse en sus cometidos, dejando los hechos delictivos a sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía.