La Diputación de Alicante quiere buscar una salida definitiva a la situación del funcionario que lleva quince años alternando bajas y vacaciones, mientras cobra su sueldo íntegro de la institución provincial (1.500 euros al mes). Y lo quiere hacer poniéndose del lado de este trabajador para tratar de convencer a la Seguridad Social de que le declare incapacitado para desarrollar su trabajo como auxiliar de enfermería en el centro psiquiátrico Doctor Esquerdo y le pague una pensión vitalicia.

Según explicó ayer el coordinador de Personal de la institución, Ginés Lifante, «hemos preguntado ante la Dirección General de la Seguridad Social en Madrid si podemos instar a la incapacidad permanente de este trabajador, puesto que somos nosotros los que le pagamos el salario mientras está de baja». De esta forma, cuando el empleado vuelva a solicitar a la Seguridad Social una incapacidad, la Diputación «podrá aportar sus informes propios sobre el estado de salud de este empleado». Según Lifante, durante todos estos años el trabajador ha pasado en tres ocasiones por un tribunal médico para intentar conseguir una incapacidad y en las tres ocasiones ha sido rechazada esta petición. El responsable de Personal defiende que la institución provincial ha hecho todo lo que está en su mano para tratar de resolver la situación sin éxito.

Este funcionario lleva desde el año 2003 encadenando bajas laborales con vacaciones, alegando distintos problemas de salud. «Muchas pequeñas cosas que al final me impiden trabajar», como él mismo detalló a este diario el pasado lunes. Gracias a un real decreto de 1993, este funcionario se libra de que sus bajas sean controladas por una mutua, como sí ocurre con el resto de funcionarios que consiguieron su plaza a partir de ese año. Con este decreto, los trabajadores de entidades locales -diputaciones y ayuntamientos-, pasaban a depender del Instituto Nacional de la Seguridad Social, pero acuerdos con los sindicatos en el caso de la Diputación dejan fuera de esta medida a los funcionarios con plaza anterior al año 1993.

En este sentido, el diputado de Personal, Alejandro Morant, ha reiterado que el funcionario utiliza mecanismos legales para alargar su situación de absentismo en el tiempo. Morant aseguró ayer que ha encargado un informe para conocer cuántos funcionarios están de baja en la Diputación en estos momentos y cuánto tiempo llevan en esta situación.

El diputado provincial rechaza las críticas de los distintos grupos de la oposición en la Diputación, que le acusan de haber hecho dejadez de sus funciones al permitir este tipo de situaciones. En estos momentos, el funcionario «absentista» se encuentra de alta laboral, y, según Ginés Lifante, se está haciendo un estudio de su puesto de trabajo para realizar las adaptaciones necesarias que le permitan incorporarse al mismo, algo que no se había hecho antes «porque el empleado no lo había solicitado hasta el momento». El coordinador de Personal afirma que el puesto que desarrolla este auxiliar sanitario «no es nada fácil».

El responsable de Personal de la Diputación también ha concretado las cifras de absentismo en la institución en torno al 6%, «lo que entra dentro de los parámetros normales».

Según Lifante, precisamente la Seguridad Social «nos concedió hace unos años un reconocimiento por haber bajado las cifras de absentismo».