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El presupuesto para 2018: del «chantaje» al «paripé»

La oposición y los vecinos critican al gobierno local de Echávarri por la hoja de ruta trazada sobre las cuentas de este año

Bellido (Compromís), Angulo y Pavón (Guanyar) y González (PP), con Giménez (PSOE), al fondo, ayer. álex domínguez

La oposición municipal, con un grupo municipal de Compromís más tibio, se unió ayer de nuevo para criticar al equipo de gobierno de Alicante, liderado por el socialista Gabriel Echávarri, por la hoja de ruta trazada sobre los presupuestos para 2018. Tras el Consejo Social celebrado ayer, el PP y Guanyar coincidieron a la ahora de calificar de «chantaje» el discurso defendido por la concejala de Hacienda, la socialista Sofía Morales, quien volvió a derivar sobre la oposición las posibles consecuencias que se producirán si finalmente el pleno municipal no aprueba la propuesta elevada por el gobierno del PSOE.

El PP -que votará en contra- y Guanyar -que todavía deja en el aire su posición- recurrieron a la misma palabra para valorar la actitud del equipo de gobierno representado ayer en la figura de la edil de Hacienda, ya que el alcalde se ausentó de la reunión del Consejo Social de la ciudad. El portavoz municipal del PP, Luis Barcala, acusó a la concejala Morales de hacer un «puro chantaje» al resto de grupos políticos «por querer acusarles de las cosas que pueden no hacerse en 2018 si no consiguen aprobar los presupuestos». Barcala, a través de un comunicado, apuntó al grupo municipal del PSOE, al asegurar que «quien están poniendo en riesgo los presupuestos y los intereses de Alicante es el alcalde, Gabriel Echávarri, con sus cinco concejales al no dimitir a pesar de la ruptura del pacto de gobierno que le puso en la Alcaldía, a pesar de no ser la fuerza más votada y tener el peor resultado de su partido en la historia». En la misma línea se posicionó el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien también habló de «chantaje» al calificar la actitud del equipo de gobierno en plena negociación de los presupuestos. «Están jugando a un chantaje, a que si no se los aprobamos no salen adelante los proyectos», señaló Pavón al término del Consejo Social, cuando anunció que el signo de voto de Guanyar sobre los presupuestos, una posición clave en la aprobación ante el voto negativo ya anunciado por PP y Ciudadanos, se conocerá tras el trámite de las enmiendas: «En sus manos [del PSOE] está que podamos aprobar el presupuesto. Por ahora, ya hemos visto que Echávarri no cree en la participación, cree que el Consejo Social es un trámite».

Por otro lado, la portavoz de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, criticó la improvisación del gobierno en la tramitación de los presupuestos: «El Consejo Social lo han convocado después de un año para hacer el paripé y hacer creer que están haciendo partícipes a los agentes sociales cuando hasta horas antes de la reunión el 90% de las personas que forman el Consejo no tenían el capítulo de ingresos de los presupuestos».

Desde Compromís, único grupo que ha anunciado su apoyo a las cuentas del gobierno del PSOE, también hablaron de «paripé», aunque en el fondo del discurso el portavoz Natxo Bellido llegó incluso a justificar los tiempos del equipo de gobierno: «Es cierto que convocar ahora el Consejo Social era un paripé, pero con un Plan de Ajuste no tienes margen de maniobra». Bellido insistió en que «los juicios del alcalde no pueden ser la condena de la ciudad», explicando así el voto a favor de su grupo (tres concejales) a los presupuestos de 2018: «Hay que separar la crítica legítima al alcalde de lo que tiene que ser avanzar desde el Ayuntamiento en inversiones para la ciudad».

Al igual que la oposición, los vecinos de las Juntas de Distrito citados criticaron que el Consejo Social se convocara una vez los presupuestos cuentan ya con el visto bueno del Ministerio de Hacienda y no en la fase de elaboración. También censuraron que la documentación sobre las cuentas se les entregase un día antes de la cita celebrada en la mañana de ayer. En el Consejo Social están representados, además, la Cámara de Comercio, la UA, el Puerto, los colegios de arquitectos y economistas, junto a los sindicatos.

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