La virulenta epidemia de gripe de este invierno mantiene sobre las cuerdas a los hospitales de la provincia, obligando a sus gerentes a tomar medidas excepcionales para hacer frente a la avalancha de pacientes. Es el caso del Hospital de Sant Joan, que en los últimos días ha tenido que habilitar las salas de espera que hay en cada planta del centro para ingresar a los pacientes que son operados de cirugía sin ingreso.

Se trata de una medida excepcional que se toma por vez primera debido a la falta de camas que estos días padece el centro por la cantidad de pacientes que ingresan con gripe y otras afecciones respiratorias. «Hemos preferido esto a tener que suspender o demorar operaciones quirúrgicas», señalaban ayer desde la Gerencia del centro sanitario. En este sentido, las mismas fuentes añaden que la actividad en quirófanos «durante todas estas semanas no se ha visto alterada».

Por el momento se han ocupado dos de estas estancias. En una de ellas ayer por la mañana había cuatro personas ingresadas y en otra tres, dado que se trata de estancias de mayor tamaño que las habitaciones del centro. Estas dos salas se habían equipado con todo lo necesario para albergar a estos enfermos, que ingresan a primera hora para ser operados de patologías menores y permanecen en el hospital unas horas hasta que pueden marcharse a su casa.

Camas, microondas, sillones de acompañantes e incluso taquillas. Las camas están separadas por biombos y unos carteles informan de que ya no se puede hacer uso de esas estancias por parte de los familiares ingresados en las plantas, ya que ahora están destinadas a los enfermos.

Se da la circunstancia, al contrario que otros centros sanitarios, de que el Hospital de Sant Joan no dispone de un espacio específico para que se recuperen los pacientes de cirugía sin ingreso. Habitualmente, estos esperan en una habitación del hospital hasta que reciben el alta.

Los enfermos que ayer por la mañana aguardaban a ser intervenidos en las salas de espera se mostraban resignados con la medida. «No tienes la intimidad de una habitación en la que sólo hay otro enfermo, pero no estamos mal, sobre todo teniendo en cuenta que vamos a estar aquí tan solo unas pocas horas», señalaba una de estas enfermas.

Por su parte, desde la Gerencia afirman que, si bien con esta medida se ha tenido que sacrificar en parte la intimidad de los enfermos, «la asistencia sanitaria se ha cuidado al máximo y disponen para ellos solos de una enfermera y una auxiliar».

Para el sindicato UGT en el centro sanitario si bien la medida, «no es la más deseable, sí es una de las pocas alternativas que tiene el hospital para poder hacer frente al pico de enfermos que ha traído este año la gripe».

El Hospital de Sant Joan es uno de los centros sanitarios que más presión asistencial sufre debido a la epidemia de gripe. Una situación que se repite año tras año y que en algunas ocasiones ha provocado que se suspendieran incluso operaciones debido a la falta de camas para ingresar a enfermos.

Una de las explicaciones a tal sobrecarga asistencial es que el centro sanitario es el segundo de la Comunidad con un mayor número de pacientes adscritos que están ingresados en residencias geriátricas. Nada menos que 26 centros. Se trata de personas mayores, en su mayoría con un frágil estado de salud y que en esta época del año se descompensan muy a menudo de sus enfermedades.