Proyectos urbanísticos desfasados y medios insuficientes para actualizarlos y dotarlos de la vigencia necesaria para un desarrollo acorde a los tiempos actuales. Esta perniciosa ecuación marca el devenir de los pueblos menos poblados de la provincia, que acumulan décadas de inacción en lo referente a la ordenación de sus territorios. Inmersos en esta nociva situación, más de una veintena de municipios, la inmensa mayoría del interior, ha decidido invertir esta realidad con la ayuda de la Diputación de Alicante.

La institución provincial está trabajando actualmente en la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 22 municipios de la provincia de menos de 5.000 habitantes, dentro de la política de asistencia técnica que presta la Diputación a los ayuntamientos más pequeños y, por tanto, con menos medios para hacer frente a buena parte de sus necesidades. La redacción de esto planes por parte de los técnicos de Arquitectura, que no conlleva ningún coste económico para los consistorios que se han acogido a este plan de ayudas, comenzaron en algún caso a principios de la década, aunque la mayor parte ha empezado a desarrollarse a finales del pasado año.

Los trabajos de impulso de los PGOU que está llevando a cabo la Diputación se desarrollan en favor de los ayuntamientos de Alcocer de Planes, Balones, Benillup, Cañada, Fageca, Famorca, La Vall d'Alcalà, Sella, Benifato, Beniardà. Benimassot, Quatretondeta, Agost, Beneixama, Benilloba, Castell de Castells, Confrides, Hondón de las Nieves, Tárbena, Tibi, Tollos y La Torre de les Maçanes, localidades que cumplen el requisito de tener menos de 5.000 habitantes censados.

El diputado de Arquitectura, Jaume Lloret, destaca que «los PGOU son una herramienta fundamental para el desarrollo de un municipio y con esta colaboración queremos conseguir que todos las pequeñas poblaciones alicantinas tengan un planteamiento adaptado a la Ley de Ordenación del Territorio». «Somos conscientes de las dificultades técnicas y económicas que tienen las pequeñas localidades y, por ello, representan una prioridad en nuestra acción de gobierno», añade el responsable provincial.

Estas ayudas, gestionadas a través de convocatoria pública, contemplan con carácter primordial entre sis criterios de selección que los ayuntamientos cuenten con un planeamiento más antiguo o desfasado. En este sentido, muchas de las localidades a las que la Diputación está prestando asistencia cuentan con el planeamiento más básico de ordenación, conocido como Proyecto de Delimitación de Suelo Urbano.

Freno a la despoblación

Gracias a esta actualización de los planes de estos 22 municipios se van a regularizar muchas construcciones que hasta ahora no están ordenadas y se van a crear diferentes zonas dotacionales verdes, educativas y sanitarias, representando éstas las principales demandas de los residentes en estos municipios alicantinos. En el trasfondo de esta actuación de la institución provincial está el poner freno a la paulatina despoblación que sufren algunas de estas pequeñas localidades.

La revisión de los planes urbanísticos de Vall de Alcalà y Balones fueron los primeros en acometerse, en 2011, y actualmente se encuentran en exposición pública. Otros, como los de Sella y Benifato, arrancaron en el año 2015 y a día de hoy se encuentran en revisión por parte de los técnicos. En idéntica situación, pese a comenzar su actualización en años posteriores, se encuentran los planes urbanísticos de Beniardà y Castell de Castells.