La llegada del socialista Fernando Marcos a la Concejalía de Limpieza, tras la ruptura del tripartito con la renuncia a las competencias de gobierno de Guanyar y Compromís, no implicará tantos cambios como se podía prever. Según fuentes municipales, el nuevo concejal de Limpieza ultima una reestructuración del área que estuvo dirigida por Víctor Domínguez desde el inicio del mandato hasta que el portavoz de su grupo (Guanyar), Miguel Ángel Pavón, le apartó de la responsabilidad el pasado mes de septiembre para asumir la gestión del área con el objetivo de intentar rescindir el contrato de limpieza viaria y recogida de la basura, participado por FCC, Ferrovial y el empresario alicantino Enrique Ortiz.
El edil Marcos pretende que el técnico Braulio Gambín siga al frente de la supervisión municipal del contrato, como venía haciendo desde finales de septiembre en sustitución del técnico Manuel Martínez Marhuenda.
Según fuentes municipales, la hoja de ruta del concejal socialista pasa por mantener a Gambín como responsable del contrato a nivel municipal, pero además situarlo al frente del área que se encargue de la limpieza viaria, con el objetivo de reforzar los trabajos que garanticen mejorar la imagen de la ciudad ante las continuas quejas por la suciedad de las calles. Por otro lado, estará la unidad responsable de los residuos.
Durante el mandato de Domínguez, Marhuenda era el responsable del área de Medio Ambiente, donde se incluía también Limpieza. Con la llegada de Pavón, se apartó al técnico del control de la contrata, que quedó desde entonces en manos de Gambín, el funcionario que seguirá como supervisor del contrato.
Por otro lado, el Ayuntamiento prevé convocar este mes de enero la comisión de seguimiento del contrato de la limpieza, inédita hasta la fecha. En esa cita, el gobierno quiere pactar con la oposición el nombre de la empresa que audite el servicio de limpieza.
