La inestabilidad política pasa factura a las infraestructuras. El Ministerio de Fomento mantiene paralizada la ejecución de ocho proyectos para la mejora de carreteras de la Comunidad Valenciana (cuatro en la provincia de Alicante) presupuestados en 250 millones de euros que tendrían que haberse invertido en 2017 y siguen en el aire, debido a que los presupuestos de 2017 están prorrogados al no poder aprobar el gobierno el presupuesto de este año. Entre las actuaciones destaca la remodelación de los accesos al aeropuerto aeropuerto de Alicante-Elche, licitada a finales del año pasado por 30 millones de euros, pero de la que poco se sabe pese a que el proyecto se aprobó en diciembre de 2013 y el aeropuerto se consolida año tras año como una de las mejores terminales turísticas al rozar ya los 14 millones de pasajeros.
Los nuevos accesos al aeropuerto están al menos licitados, pero nada se conoce de otros proyectos clave, como son la ampliación de la A-7 con un tercer carril en Crevillent, en el enlace Orihuela-Benferri; la duplicación de la variante de Torrevieja en la N-332 y la reordenación de los accesos y acondicionamiento de los accesos a Santa Pola con un paso inferior. El listado forma parte de un informe del Consell sobre el grado de incumplimiento del Gobierno en materia de infraestructura viaria en la Comunidad Valenciana. Según el Consell, con datos de la Cámara de Contratistas, en los 10 primeros meses de 2017 la licitación estatal cayó un 24% sobre el mismo periodo de 2016.
El Ministerio de Fomento aprobó en diciembre de 2013 el proyecto definitivo para la esperada mejora de los accesos viarios al aeropuerto de Alicante-Elche, con una inversión de unos 30 millones de euros para duplicar la carretera N-338, que conecta la N-332 desde la costa con la circunvalación de Alicante. Básicamente, el proyecto consiste en la mejora integral de los 4,75 kilómetros de la N-338 con la construcción de dos carriles en cada sentido y cuatro enlaces. Uno a la Institución Ferial Alicantina y la Vía Parque, otro a la N-332, un tercero a la circunvalación (A-70) y el cuarto a la rotonda de entrada al aeropuerto, que ya se hizo para la nueva terminal, aunque necesite una mejora urgente.
En cuanto a los enlaces, el proyecto plantea diferentes opciones. Para acceder desde la N-332 se adaptarán las conexiones a la nueva calzada desdoblada en la margen derecha y se mantiene el paso sobre la N-332, modificando la geometría del ramal bidireccional para dar cabida a la mediana y reubicar la circulación en sentido a Alicante. El enlace al aeropuerto consistirá en la mejora de la glorieta actual, y en cuanto a la futura conexión con la autovía que circunvala Alicante, se mantiene la tipología del actual sin más modificaciones que las imprescindibles para disponer la duplicación de la calzada por la derecha.
Inversiones actuales
La consellera de Vertebración del Territorio, María José Salvador, asegura, por su parte, que en los tres años del actual mandato, la Generalitat ha invertido un total de 366 millones en infraestructuras lo que supone un 95,25% de grado de ejecución, que ha permitido mejorar más de 430 kilómetros de carreteras, la construcción de más de 50 kilómetros de nuevas rutas ciclopeatonales, la recuperación de proyectos paralizados o abandonados por el anterior gobierno y la mejora de nuestra red de ferrocarriles y transporte público. La consellera lamenta, no obstante, que la «losa de los pagos aplazados que dejó el anterior gobierno aún sigue pesando mucho, ya que representa el 24% del presupuesto para pagar infraestructuras ya hechas o algunas ni tan siquiera acabadas».
En carreteras, el Consell subraya que se han ejecutado 287 millones para mejorar a el estado de las vías con medidas de conservación, seguridad vial, movilidad sostenible o de accesibilidad. Salvador asevera que «los contratos de mantenimiento subieron un 11% más que en el último año del anterior Gobierno, porque es prioritaria una red bien conservada y más segura.
Así, hasta ahora se han realizado más de 200 actuaciones singulares, se han mejorado más de 430 kilómetros de un total de 2.763 kilómetros de la red autonómica, llegando a toda la Comunidad, especialmente a las comarcas del interior, «en lugares donde no habían visto una máquina de obra pública desde hacía años. Esto supone que ya tenemos en mejores condiciones un 15% más de las carreteras», destaca Salvador. En cuanto a movilidad sostenible, la consellera subraya que «estamos implantando nuevos itinerarios, mejorando el acceso del peatón y la seguridad de los ciclistas y tenemos ya más de 50 kilómetros de nuevas vías ciclopeatonales».
Este es, según María José Salvador, un indicador del volumen de inversiones que se realizarán en la Comunidad en los próximos años y «que demuestra que mientras la Generalitat ha aumentado notablemente su esfuerzo inversor, el Estado promete pero baja mucho la inversión en nuestro territorio», Por ello, la consellera reclama al Gobierno que cumpla sus compromisos con la Comunidad, presupueste las infraestructuras necesarias contempladas en la Agenda Valenciana de Infraestructuras en las cuentas de 2018.
El Consell asegura que las inversiones del Estado en la Comunidad son insuficientes y van a la baja. En 2016 la inversión del Estado fue de 879 millones y en 2017 de 589 millones. A esto se añade que «es una constante histórica que no se está tratando de forma equitativa a la Comunidad, porque cada valenciano recibió en 2017, 119 euros frente a la media nacional de 185, lo que representa una inversión del 6,85% cuando en población representamos el 10,62%», denuncia María José Salvador. Además, «las licitaciones son escasas, se producen siempre con recortes y si la licitación es baja la ejecución también lo será».
Salvador también reitera el bajo cumplimiento presupuestario, «no solo se presupuesta poco sino que ese poco no se ejecuta, de las 13 obras relevantes en carreteras que aparecen en los presupuestos del Estado, 8 de ellas, que equivalen a 251 millones de euros, no se han llegado a licitar durante el año pasado».
Movilidad
Por otro lado, Vertebración del Territorio anunció ayer que tiene previsto realizar cerca de 40.000 encuestas para conocer los hábitos de movilidad de los habitantes de las áreas metropolitanas de València, Alicante-Elche y Castellón. La información que se obtenga servirá para elaborar los tres planes de movilidad metropolitana (PMoMe) de las área de Valencia, Alicante-Elche y Castellón.
Estos planes abarcan a 83 municipios donde residen alrededor de tres millones de habitantes. La fase más importante del trabajo de campo servirá para obtener información pormenorizada sobre cómo se mueven los vecinos de un área metropolitana en un día tipo del año y para ello se descompone el ámbito en distritos, barrios, secciones censales o zonas de transporte. Con este objetivo se han previsto muchos tipos de encuestas. A ciclistas, peatones, conductores, viajeros de transporte público. Las encuestas domiciliarias están siendo telefónicas con una duración media de 17 minutos, y se pregunta por todos los viajes realizados el día anterior al residente elegido por cuotas de sexo y edad en el hogar seleccionado.
