Los alicantinos, a través del presupuesto municipal, donan este año a las ONGs 400.000 euros para proyectos internacionales y de tipo educativo en las aulas de la ciudad.
La Junta de Gobierno municipal, en manos ya por completo del grupo socialista, ha dado el visto bueno a 16 iniciativas que propician el desarrollo de colectivos en Latinoamérica, África e India.
Arquitectura sin fronteras, la mejor valorada de la convocatoria, recibe 31.500 euros para la gestión y saneamiento de los recursos hídricos en un municipio de Guatemala. La asociación Entre Pueblos consolidará la red centroamericana de comunicación para Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras con 21.690 euros. Solidaridad Periferias del Mundo trabaja por mejorar las condiciones de vida y económicas de su cooperativa Flor de Café en Guatemala. Y las políticas contra la vulnerabilidad de la población de las laderas de El Agustino en Perú reciben otros 24.500 euros a través de Solidaridad con Perú Pachamamá.
Cruz Roja Española aborda en Burkina Faso la inseguridad alimentaria y de nutrición de las familias más vulnerables en una de las regiones africanas. Fundación Pau i Solidaritat País Valencià centra su actividad en el desarrollo rural sostenible de comunidades indígenas de Chiapas, en México; e Intered promueve los derechos de los pueblos indígenas en Mindanao, Filipinas.
Salud visual
La Fundación Viente Ferrer recibe 28.000 euros para la población empobrecida del estado indio Andhra Pradesh; Manos Unidas destina la subvención a cerrar brechas de género para rebajar la violencia contra las mujeres en Junín, Perú; y Médicos del Mundo se centra en mejorar la salud visual entre la población saharaui refugiada en Tindouf.
Finalmente, Médicos Mundi trabaja en la política de salud familiar en el municipio de Riberalta de Bolivia con los 27.000 euros recibidos; Solidad Internacional del País Valenciano aborda la incidencia política de organizaciones de mujeres contra la violencia de género y por la equidad, en Guatemala; y junto con Arquitectura sin Fronteras esta última entidad trabaja en reducir la inseguridad alimentaria de una área rural del Senegal.
Las actividades educativas se subvencionan con 40.000 euros y abordan la construcción en común, la ciudadanía global, la defensa del planeta, la solidaridad, el derecho a la salud, la superación de los roles de género, la reflexión crítica, el compromiso social y la justicia social, entre otras.
