Madre de un niño y una niña, la eldense Lola Sánchez pasó primero por una cesárea, una experiencia que no le gustó, y pocos años después volvió a dar a luz, en este caso de forma natural.

¿Cómo sobrevino la cesárea?

Di a luz en el Hospital de Elda y el protocolo marcaba que al tercer día de la fecha prevista me tenían que poner oxitocina. Finalmente, me tuvieron que provocar el parto porque perdían las pulsaciones de la niña, el bebé estaba sufriendo.

¿Y que en el segundo parto volviera a ser cesárea?

Sí, me preocupaba. Rompí la bolsa dos días antes de la fecha de ingreso y yo ya temblaba por si tenían que hacer otra vez cesárea, pero al final fue parto natural.

Y, tras su experiencia, ¿qué opción prefiere?

A pesar de todo el sufrimiento que supone, es más bonito y más tierno tener un parto natural. Pude sacar yo al bebé y ponérmelo encima, algo que con una cesárea, que no deja de ser una operación, no es posible. También por la recuperación. Además, es verdad que en mi caso, tras la cesárea, tuve una infección y volví a estar ingresada durante quince días.