La Generalitat se lo puso muy difícil a los arquitectos de la provincia para poder optar a la redacción del Plan de Acción Territorial Alicante Elche (PAT). El pliego de condiciones exigía que el director del proyecto hubiera participado o colaborado previamente en algún otro plan territorial, una figura que incluye territorios extensos y que apenas se han desarrollado en los últimos diez años.

La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio adjudicó recientemente los trabajos a una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por dos despachos profesionales de ingeniería y arquitectura de València y de Barcelona, Cercle- Jornet Llop Pastor, por un importe cercano a los 255.000 euros.

Al presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante (CTAA), Juan María Boix, le resulta «curioso» que a unos trabajos de esta envergadura sólo se presentaran cinco ofertas, de las cuales tres quedaron fuera por «intervalo de calidad insuficiente». Y achaca a los criterios del pliego, como la citada condición para el director del proyecto, el hecho de que no se presentaran más profesionales de la provincia «ya que tenemos muchos y muy buenos en urbanismo».

Boix admite que «alguien podía haber recurrido esta cláusula y no se hizo, por lo que al final son las reglas del juego en un mercado libre», pero sí cree que con estos requisitos se echó para atrás a la mayoría de despachos alicantinos y se limitaron sus opciones.

El PAT afectará a 14 municipios y a una población de unos 765.000 habitantes, lo que supone el 15% de la población de la Comunidad Valenciana y el 40% de la población provincial. Este documento trazará las líneas de lo que será el modelo de ciudad, de infraestructuras verdes, de transporte y de zonas para nuevos usos y actividades estratégicas de futuro.

El presidente del Colegio Territorial de Arquitectos consideró que este plan va a afectar directamente al desarrollo provincial y lamentó que en el mismo no estén presentes técnicos que conocen el terreno de primera mano. «Ya nos pasó con el PATIVEL, en el que se produjeron errores por este motivo, lo que complica su gestión», señaló Juan María Boix.

En este sentido, el responsable del colegio, que agrupa a más de 1.500 profesionales, opina que un documento que va a condicionar de manera decisiva el futuro de Alicante y de Elche debería haber contado con arquitectos de la zona.