El Hospital General de Alicante cierra un año récord en lo que a donación de órganos y trasplantes se refiere. Durante 2017 el centro sanitario ha tenido 39 donantes de órganos, «la cifra más alta de toda nuestra historia y que supone un aumento del 61% respecto al año anterior», señala Carlos de Santiago, coordinador de Trasplantes del Hospital General.

Un récord que se suma al trasplante de hígado número 200, realizado en la madrugada del pasado miércoles y al que siguió, pocas horas más tarde, el 201.

El aumento en el número de donantes se produce además en un contexto en el que paulatinamente han ido descendiendo las muertes por accidentes laborales y de tráfico, antiguamente principales vías de obtención de órganos. Para paliar esta caída, en los últimos años el centro sanitario ha hecho un importante esfuerzo en captar donaciones por otras vías. Una de ellas es la denominada donación en asistolia, o a corazón parado, que se implantó hace poco más de un año en el centro sanitario alicantino. Se trata de una técnica que consiste en extraer los órganos de un donante fallecido por el cese irreversible del latido cardiaco, generalmente por una muerte súbita en la calle. El personal del Samu continúa con las maniobras de reanimación para mantener la circulación sanguínea hasta que la ambulancia llega al hospital. Hasta poner en marcha esta modalidad, la práctica totalidad de las donaciones procedían de pacientes en situación de muerte cerebral, ya que en estos casos se cuenta con más tiempo para llevar a cabo la extracción de los órganos.

Otra vía para captar más donantes de órganos ha sido el progresivo aumento en la edad de los donantes, favorecido también por la mejora de las técnicas. «Nosotros hemos llegado a tener donantes de hígado de 90 años, con el órgano en perfectas condiciones», explica Gonzalo Rodríguez, cirujano coordinador del programa de trasplantes hepáticos.

El equipo de Coordinación de Trasplantes también está haciendo un importante esfuerzo «por captar posibles donantes más allá de la UCI, que es donde siempre nos centrábamos. Ahora también estamos atentos a otros servicios como Neurología o Urgencias», afirma De Santiago. El coordinador de Trasplantes del Hospital General destaca que una buena parte de estos donantes, el 28%, son extranjeros de todo tipo de nacionalidades. Desde hace muchos años, el centro sanitario tiene equipos de cooperadores culturales que se encargan de hablar con las familias tras el fallecimiento y explicarles la importancia de que donen los órganos, un modelo que se ha exportado a un buen número de países debido a sus buenos resultados, ya que la aceptación es casi similar a entre los españoles y los foráneos.

Las 39 donaciones registradas el año pasado en el Hospital General de Alicante (98 en toda la provincia) han permitido extraer riñones, hígados, córneas, corazones, pulmones, páncreas e intestinos. De todos estos órganos son trasplantados en el propio Hospital General los riñones, hígados y córneas. El resto de órganos se envía a aquellos hospitales en los que hacen falta.

Récord de trasplantes

Gracias a este aumento en el número de donaciones, el centro sanitario también ha batido cifras de trasplantes con una significativa reducción en las listas de espera. El aumento de trasplantes renales ha sido del 4% -en total se han hecho 80- con una caída de la lista de espera de un 16%. Actualmente, los pacientes del centro sanitario alicantino esperan una media de seis meses y medio para recibir un riñón, «cuando la media en España es de año y medio», afirma De Santiago.

Las donaciones de córnea han subido un 16%. De hígado se han hecho 43 trasplantes, un 9,7% más, con una reducción de la lista de espera de un 30%. La espera media en este casi es de tres meses, uno menos que en la media del país. Precisamente en la madrugada del miércoles, en los quirófanos del hospital se llevaba a cabo el trasplante hepático número 200, desde que la unidad se puso en marcha en otoño de 2012. Javier Muñoz, de 58 años, ayer se recuperaba de la intervención en la zona de Reanimación del hospital y a la espera de que le llevaran de un momento a otro a la habitación. Sólo tenía ganas de que le dieran el alta para poder seguir disfrutando de su gran pasión, la música.

Como un regalo de Navidad también recibió Laura Guardiola la noticia de que por fin había un hígado para ella. Fue operada el día 25 y ayer volvía a consulta sin poder reprimir las lágrimas al reencontrarse con el equipo médico que le trató durante los más de cinco meses que permaneció en el hospital ingresada debido a una enfermedad rara que padece y que hizo necesario un trasplante. Junto a ella, también venía a revisión Juan Jiménez, de 57 años, operado hace justo una semana debido a la hepatitis C que padece. Sólo en los diez días de Navidad, se han hecho cinco trasplantes hepáticos.

Desde el primer trasplante de hígado se instauró un mecanismo de vía rápida para reducir las estancias en el hospital y, de paso, las complicaciones. En este sentido, la estancia media en UCI después de trasplante hepático suele ser de 2 a 8 días, y en planta de hospitalización de 10 a 30. En el Hospital General «estas cifras se han reducido hasta las 24 horas de estancia en UCI y 4 días en planta. Menos días de hospitalización que se traducen también en un ahorro de costes», señala Félix Lluis, jefe del servicio de Cirugía del centro sanitario.