Hasta cinco horas tuvieron que esperar ayer las embarazadas que fueron citadas para someterse a los monitores y a la posterior exploración ginecológica en el Hospital General de Alicante.

Todas las embarazadas están en un nivel avanzado de gestación, ya que esta prueba se lleva a cabo habitualmente a partir de la semana 38. Una de las afectadas relataba cómo era citada a las 11.30 de la mañana y tuvo que esperar dos horas para entrar a los monitores, una prueba con la que se mide la actividad del feto. Otro tanto tuvo que aguardar para entrar a la consulta de la ginecóloga, quien realiza una exploración y verifica que todo está correcto. Finalmente salió del centro sanitario a las 16.30 horas, «y todavía quedaban 4 o cinco mujeres por atender».

La explicación que dieron a las parturientas desde el centro es que debido a las vacaciones de Navidad, ayer fueron citadas aproximadamente el doble de mujeres de lo habitual, 25, cuando lo normal son unas 13. Sin embargo, desde la dirección del Hospital General confirmaron este retraso, pero señalaron que se debe a la gran cantidad de mujeres que han coincidido casi de parto en estas últimas semanas.

Según señaló una de las afectadas, las ginecólogas iban desbordadas y sin comer pasadas las 4 de la tarde. Pese a este retraso, la mujer añadió que el trato de las profesionales «fue en todo momento excelente. Mi principal queja es que no puedes tener a embarazadas de 40 semanas esperando 5 horas en condiciones muy precarias, ya que hacía mucho calor y las sillas eran muy incómodas». La afectada añade que algunas mujeres tuvieron que bajar a la cafetería o buscar máquinas expendedoras para poder comer algo.