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El Hospital General estrena el primer banco de leche materna

En solo un mes se ha logrado una treintena de madres voluntarias que donan su leche para alimentar a bebés prematuros

María Puch, junto a su bebé, muestra la nevera con la leche donada.

En la provincia de Alicante nacieron en el último año 1.159 bebés prematuros. En muchos de estos casos, su estado de salud es muy precario y la leche materna, la mejor ayuda para salir adelante. Para estos niños, el Hospital General de Alicante acaba de estrenar un banco de leche materna.

Esta iniciativa hace posible que madres que están amamantando a sus hijos menores de un año puedan extraerse leche, congelarla y donarla para alimentar a bebés prematuros que pesan menos de 1,5 kilos, tienen menos de 32 semanas de gestación o han sido sometidos a algún tipo de cirugía cardiaca o abdominal. Es decir, los prematuros cuyo estado de salud es más delicado. Y es que en muchas ocasiones, las mamás de estos niños «no tienen leche suficiente o les tarda en subir porque han sido sometidas a cesárea y no están en contacto con sus niños. El estrés emocional que viven tampoco ayuda a que tengan una lactancia exitosa», señalan Verónica Escario y Dulce Montoro, pediatras del servicio de Neonatología del Hospital General de Alicante.

En esta unidad se encargan de captar a las posibles donantes y de comprobar que cumplen con todos los requisitos. «El principal es que estén amamantando a sus hijos de forma exitosa y que no tengan ningún hábito tóxico, ni siquiera que fumen». A cada madre que quiere colaborar con el banco de leche, se le hace una entrevista en profundidad y una analítica competa para descartar que sufra una enfermedad infecciosa. El Hospital General proporciona a las madres todo el material necesario para la recogida de la leche. «Les entregamos botes, bolsas para esterilizar, biberones, etiquetas y si es necesario les prestamos un sacaleches», explica Belén Espinosa, supervisora de Enfermería de Neonatología. También líquido antiséptico para lavarse las manos, gorro y mascarilla para extremar las precauciones ante una posible contaminación de la leche. Lo esencial, añade Espinosa, «es que se laven las manos a fondo. El gorro y la mascarilla son recomendables, sobre todo si están acatarradas o no se encuentran bien».

Personal del Centro de Transfusión de Alicante se encarga de recoger la leche en las casas de las madres que viven en un radio de 30 kilómetros. Las familias que viven más lejos acuden al Hospital General a entregarla. Todas las donaciones son enviadas a Valencia, al Centro de Transfusión, «donde se analizan y se pasteurizan para eliminar cualquier bacteria que contenga la leche», señala Luis Larrea, jefe del servicio de Procesamiento del Centro de Transfusión de la Comunidad . Después la leche se conserva a -20 grados y se distribuye por todos los hospitales de la Comunidad que lo necesiten. La iniciativa no ha podido arrancar de una manera más positiva y ya son 30 las madres donantes en tan sólo un mes de funcionamiento del banco de leche. «La respuesta ha superado las expectativas», afirman Cari Tapia y Javier González de Dios, responsables de Neonatología y Pediatría en el centro sanitario. Hasta el momento sólo La Fe disponía de un banco de leche materna, pero prácticamente para su autoconsumo. El Hospital General lleva años trabajando porque este proyecto fuera una realidad.

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