La Conselleria de Vivienda ha aprobado una inversión de 18 millones de euros para iniciar en enero las obras de rehabilitación de sus bloques de viviendas sociales en Alicante, Elche y Alcoy. En concreto, en los barrios de El Carmen, Miguel Hernández, Palmerales y Plaza Xiques. Las actuaciones que se contemplan en estas Áreas de Regeneración Urbana (ARRU) integran diferentes obras que van desde la reparación de viviendas hasta la adecuación de zaguanes y elementos comunes, adecuación a la normativa de instalaciones eléctricas y de agua, modernización de ascensores, mejoras en accesibilidad y alumbrado, y reestructuración y adecuación de los espacios públicos. Todo según de las necesidades de cada grupo de viviendas.
Se trata del primer programa de estas características que se destinará a actuaciones en el parque público con una inversión prevista de cerca de 18 millones de euros entre 2018 y 2109 para arreglar un total de 2.286 viviendas.
La consellera de Vivienda, María José Salvador, destaca que este proyecto confirma que la apuesta del Consell por la vivienda pública es «clara y firme» y para ello es necesaria la rehabilitación y regeneración urbana a través de unas actuaciones que «servirán principalmente para renovar espacios urbanos de zonas con mayores necesidades», pero también «contribuirán a reactivar la economía mediante la generación de empleo de todos los oficios relacionados con la construcción que ha sufrido mucho los efectos de la crisis».
La inversión en estos programas asciende a 18 millones de euros y la previsión es que las obras se inicien en el ya inminente mes de enero. En la provincia de Alicante se actuará en los barrios de Palmerales de Elche; en plaza Xiques de Alcoy; en el barrio de El Carmen de Alicante y Miguel Hernández en la misma ciudad de Alicante.
El principal objetivo de esos planes es realización conjunta de obras de rehabilitación de edificios y mejora de elementos comunes, así como la reurbanización y la reestructuración de espacios públicos.
Según los cálculos de la Conselleria de Vivienda, por cada millón de euros en obras de rehabilitación se generan directamente 17 puestos de trabajo, pero también se producen otros indirectamente, los derivados de la producción de materiales de la construcción como son los revestimientos, tabiques, propios de los sectores de la cerámica, el azulejo, o el mármol.
Por otro lado, el planes de Dignificación de la Vivienda, que incluyen una serie de medidas para mejorar los espacios comunes de los barrios con viviendas sociales, tendrán una inversión de 4,2 millones de euros para el desarrollo durante 2018 y 2019 en los grupos de vivienda pública de Almoradí, en Monóvar en la provincia de Alicante.
Este plan integral contempla también una serie de medidas como la realización de inspecciones que permitan mantener actualizada la identificación de los ocupantes de los inmuebles y sus circunstancias socioeconómicas, la situación de las viviendas respecto a los suministros electricidad y gas, así como la detección de pisos desocupados.
Se ha aprobado, en este sentido, la creación de una Oficina Técnica de Proyectos que gestione todas las áreas tras la reactivación del actual Consell de la política de vivienda pública y protegida. El objetivo del personal de la oficina es elaborar pliegos técnicos para la licitación de proyectos, análisis y baremación de propuestas de procedimientos de licitación de proyectos, supervisión de proyectos de edificación de nueva planta, rehabilitación y urbanización, gestión de proyectos ante las diferentes administraciones para la obtención de permisos y licencias, análisis de la normativa de aplicación y elaboración de directrices internas de elaboración de proyectos y la supervisión y validación de facturas de redacción proyectos.
En la Comunidad Valenciana hay un total de 3.147.062 viviendas (principales, secundarios y vacías) de las cuales 1.675.036 (aproximadamente un 53%) se construyeron antes de 1981, es decir, tienen más de 36 años y, por tanto, son susceptibles de requerir una reforma o rehabilitación. El Plan Estatal de Vivienda fomenta la rehabilitación de los elementos comunes de los edificios pero no resuelve problemas y necesidades específicas en los interiores de sus viviendas, como son la accesibilidad, la adecuación a la normativa de cocinas y baños. Por ello, el plan autonómico Renhata complementa el plan al poner a disposición de las familias ayudas directas que promueven la calidad de las viviendas desde la perspectiva de las necesidades particulares y mejora de la calidad y accesibilidad de la vivienda.
Piso piloto social
Por otra parte, la Generalitat ha puesto en marcha un concurso de diseño para crear un piso piloto para las viviendas sociales de nueva construcción que incorpore la innovación en perspectiva de género, flexibilidad de usos así como equidad y diversidad habitacional.
La vivienda elegida para su renovación será un piso de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat, EIGE, que está ubicado en València en un edificio de la década de los años 40, con una superficie de 105 metros cuadrados y una distribución convencional.
«Queremos no solo renovar viviendas, sino fijar la hoja de ruta, pensar el futuro de las viviendas con carácter innovador que es uno de los objetivos de la conselleria y lo que nos ha motivado a través del Instituto Valenciano de la Edificación, IVE, a convocar este concurso que pretende ser un foro de debate sobre los nuevos diseños de vivienda y una vía de concienciación entre los futuros arquitectos», explica la consellera Salvador. En este sentido, ha señalado que «en estos momentos, muchas viviendas no se adaptan a la evolución vital o a los cambios de sus habitantes, así como la oferta residencial y los tipos de viviendas responden muchas veces a estructuras familiares que no se ajustan a las diversas realidades existentes en la actualidad».
El concurso va dirigido a alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València y de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante en sus estudios de la rama de Arquitectura y pueden presentarse individualmente o en equipo con estudiantes de otras escuelas. El jurado, compuesto por expertos en la materia, valora ahora la adecuación de la propuesta a la equidad habitacional, la contribución a la definición arquitectónica de nuevas estrategias habitacionales, el carácter innovador de la propuesta, el ajuste en los medios necesarios para realizarla y la capacidad de ser extrapolada a nuevos casos.
