Pasamos unas Navidades muy laicas; ni nacimiento ni árbol. Cuando mi hijo era más pequeño sí celebrábamos los Reyes Magos por los regalos para él.

Siempre vamos a cenar con la familia, bien con mis padres o bien con mi suegra. El menú ya depende de quien cocine.

Nos solemos quedar en casa. A veces nos vamos fuera de Alicante, pero tampoco salimos allí, somos muy tranquilitos. Además, el 25 de diciembre y el 1 de enero nos gusta ir a la montaña si podemos.

Siempre hay una sobreoferta de comida en la mesa en estas fechas, pero procuro comer igual. No me suelo atiborrar.

Para mí en concreto no; en todo caso, deseos genéricos de que las cosas vayan mejor a las personas vulnerables. Creo que ése es el mejor deseo que se puede