El Debate sobre el Estado de la Ciudad que se celebró ayer en Alicante, que Echávarri hizo coincidir deliberadamente con el Sorteo de la Lotería de Navidad para aminorar la repercusión mediática de las críticas que le dirigiera la oposición municipal, sirvió además para abordar asuntos de ciudad, como la limpieza o el turismo, que estuvieron en los discursos de todos las formaciones salvo de Guanyar, que a su vez fue protagonista involuntaria del pleno.

El resto de grupos municipales, sus exsocios de gobierno (PSOE y Compromís) y también PP y Ciudadanos, aprovecharon la crisis interna que vive la formación que lidera Miguel Ángel Pavón desde que abandonó el equipo de gobierno para ponerlos en el centro de la diana. Entre los más duros, la socialista Montesinos que le dijo a Pavón que no le «quería nadie, ni la mayoría de su grupo», en alusión al peso del bando crítico (Domínguez, Simón y Moreno), y Bellido que le pidió «prudencia» a su excompañero de gobierno: «No es bueno el espectáculo que están dando. Mejor no hablen sobre ustedes, no están en disposición de hacerlo, arreglen antes su gravísima crisis interna».

Al margen de la crisis interna de Guanyar que se ha visto agudizada en las dos últimas semanas por la elección de los asesores del grupo y de la situación en la Alcaldía de Echávarri, encausado en dos procesos judiciales por presunta prevaricación y al frente de un gobierno de apenas seis concejales, el pleno municipal evidenció el problema con la limpieza que existe en Alicante, y que se analizará en la auditoria interna que el gobierno municipal ha anunciado para las próximas semanas tras no iniciarse por los ediles de Guanyar, anteriores responsables del área. También se puso sobre la mesa el turismo, que se situó por la mayoría como el motor que se debe seguir impulsando para mejorar la economía de Alicante.