El Puerto de Alicante recibe hoy el último crucero del año. El buque Norwegian Spirit arribará con más de 2.000 pasajeros. Amarrará a las 8 de la mañana y pasará toda la jornada del viernes en Alicante. El crucero se ha convertido en un fijo este año en Alicante con siete escalas, tres de ellas este diciembre. En total, la terminal ha atendido este año a un total de 56 barcos con 105.000 pasajeros, un 15% más que en 2916, cuando amarraron 54 barcos y 89.000 cruceristas. No obstante, el Puerto sigue a años luz de Cartagena, que hasta octubre de este año ya había atendido a 207.000 cruceristas en 134 barcos, el doble que la dársena alicantina.

La concejal de Turismo, Eva Montesinos, aseguró ayer, sin embargo, que pese a la marcha de Pullmantur, que ha suprimido sus salidas para 2018, el Puerto espera recibir 117.000 pasajeros el año que viene, lo que supondrá un crecimiento del 11,4%.

Norwegian amplía en 2018 sus escalas en Alicante con un total de 13 visitas a lo largo de todo el año. En menos de tres meses habrán recalado en Alicante ocho buques turísticos de esta empresa noruega con un total de 20.240 pasajeros estimados, en uno de los momentos que el Patronato de Turismo considera claves para complementar la oferta del destino: el invierno, que, junto al otoño, desestacionaliza la tradicional demanda de turistas vinculada al verano. Según el Ayuntamiento de Alicante, el impacto económico del turismo de cruceros este año alcanza los cinco millones de euros.

La empresa que gestiona la terminal de cruceros tiene programadas 52 visitas en 2018. Menos barcos pero con capacidad para más de 117.000 pasajeros, excluyendo las tripulaciones, según los datos facilitados ayer por la Concejalía de Turismo.

La naviera P&O volverá apostar por Alicante con dos de sus buques insignia de gran tamaño, el «Azura» y el «Britannia», con capacidad para 3.597 y 4.300 pasajeros respectivamente. Ambos barcos realizarán en Alicante un total de cinco escalas. P&O es una compañía clásica de cruceros británica con una de las mejores selecciones de destinos en el mundo, entre las que se encuentra Alicante.

El Puerto perderá, sin embargo, en 2018 su condición de puerto base de cruceros, ya que Pullmantur, propietaria del «Horizon», decidió seguir los pasos de Costa Cruceros ese año y sacar a la ciudad de sus circuitos por el Mediterráneo centrando la actividad en Barcelona y las Baleares.

La salida de Ryanair supone perder unos 20.000 cruceristas el año que viene, 6.000 que embarcan en Alicante y 13.500 que llegan en el barco desde Málaga. Cifra que se suma a los 45.000 ya perdidos este por la marcha de Costa Cruceros, pero suplida por otras navieras. Para 2018 es esperan barcos más grandes.