La Plataforma de Educadores de Educación Especial e Infantil de la provincia de Alicante ha fletado un autobús para unirse a la protesta en Valencia en la jornada de huelga convocada para hoy.

Se han concentrado en la plaza del Ayuntamiento de València para reclamar mejoras laborales y denunciar su alta tasa de interinidad, el exceso de horas laborales o la realización de tareas que no forman parte de sus atribuciones.

La protesta ha reunido a decenas de afectados convocados por el comité de huelga y las organizaciones sindicales STAS, CSIF y CGT, según indican las mismas fuentes sindicales.

Durante la concentración han leído un manifiesto para destacar que el concepto de educación y escuela "ha evolucionado mucho en los últimos tiempos, hasta llegar a desarrollar una escuela inclusiva".

"Somos una figura clave y un recurso facilitador de la inclusión y educación de los alumnos, pero que no se nos trata con suficiente consideración profesional debido, en gran parte, a un recorte de normativa clara", afirman.

"Además de realizar labores de traslado, higiene o vigilancia" añaden que "la mayor parte de la jornada la dedicamos a colaborar estrechamente con el resto de profesionales que atienden a nuestro alumnos, las actividades programadas con los alumnos, lo que hace que nuestro trabajo tenga carácter marcadamente educativo".

Los últimos años han reivindicado la revisión de sus funciones para que "se nos reconozca que hacemos funciones educativas, que en un principio van a ser pensadas para un perfil profesional con carácter más asistencial

El colectivo protesta "ante el inmovilismo de la Administración y la dejación de funciones por parte de las consellerias de Educación y Administraciones Públicas y Justicia de la Generalitat Valenciana".

Son profesionales a caballo entre ambas administraciones porque les contrata Administraciones Públicas pero dependen en el ejercicio e sus funciones de Educación.

"Queremos denunciar la dicriminación constante que padece el colectivo y que afecta a los alumnos de Especial e Infantil y a sus familias", aseguran.

Ahora, ante lo que consideran un "agravamiento de nuestras condiciones laborales, nos vemos obligados a intensificar la lucha, por la dignidad profesional que nos merecemos y por la defensa de los derechos de nuestros alumnos", sostienen.

Entre sus reivindicaciones figura la reclamación de la definición de sus funciones. Exigen una "normativa clara y actualizada que no dé lugar a diferentes interpretaciones por parte de los equipos directivos de los centros y de la Inspección, y no depender de unas instrucciones que se dictan cada nuevo curso".

Demandan que, como "funcionarios", no están "dispuestos a seguir trabajando para las empresas privadas adjudicatarias de los servicios de comedor y extaescolares, con el beneplácito de la Administración Pública".

Los alumnos

Advierten de que los alumnos "tienen derecho a ser atendidos por monitores de comedor y a participar en las actividades extraescolares siendo correctamente atendidos y en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros".

También reclaman un horario "razonable. No es admisible que se sigan realizando jornadas de 41 horas semanales, exigimos el cumplimiento del decreto que regula nuestra jornada en 36,15 horas semanales, que se respeten los horarios, las pausas diarias y los tiempos de descanso para comer".

Además apuntan a la recalificación de su categoría profesional "al grupo B que se ajusta a nuestro nivel profesional y al grado de responsabilidad que asumimos".

Piden por tanto "salarios justos y un plan de formación estable. Luchamos -añaden- contra un sistema injusto de bolsas de trabajo que no permite el desarrollo de una carrera profesional. Una titulación específica regulada que profesionalice nuestro trabajo. Puestos no permanentes, que nunca se convierten en definitivos, jornadas partidas entre varios centros y contrataciones al 50%".

Insisten por otra parte en participar en los claustros y reuniones de organización y ciclos, en las reuniones con los SPEs y con las familias. "Queremos tener voz y voto en las decisiones que afectan a nuestro trabajo y a la educación de nuestros alumnos".

Finalmente y ante este "clima de inseguridad laboral" se consideran "víctimas de un moobing generalizado al colectivo, un maltrato laboral que daña nuestra salud física y mental, mina nuestra autoestima y condiciona nuestras relaciones en el trabajo".

La jornada de huelga de hoy se suma al rosario de movilizaciones que han organizado y protagonizado desde el inicio del curso.