Las llamadas registradas en el móvil de María del Carmen Martínez que no aparecen en el listado enviado por Vodafone a la Policía fueron eliminadas por el propio operador al tratarse de comunicaciones a números corporativos (cortos) que tenían los miembros de la familia y que no acostumbra a contabilizar la compañía telefónica. Ésta era una de las incógnitas que planeaban sobre la investigación del asesinato a tiros de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala y que ayer quedó despejada durante la comparecencia ante el magistrado José Luis de la Fuente de los autores del informe pericial sobre el terminal de la víctima realizado a petición de Javier Sánchez-Vera, el defensor de Miguel López, único sospechoso del crimen y yerno de la fallecida.

Aclarado este aspecto, los peritos ratificaron el contenido de su trabajo y reiteraron que si el Whatsapp de María del Carmen se activó a las 18,55,23 (momento en el que el sospechoso ya no estaba en el establecimiento donde se cometió el crimen pero cuando ya se había llamado tanto al 112 como al propio López para comunicarle que su suegra había sido tiroteada) fue porque se pulsó el icono de la aplicación ya que descartaron que se pueda producir de forma automática. Lo que no pudieron precisar es si había sido la víctima quien lo había activado, según afirmaron fuentes del caso.

En la misma línea también corroboraron que desde el terminal de la fallecida se realizaron llamadas en las horas posteriores a su muerte (casi con toda probabilidad por parte de la propia Policía que investigaba el crimen, aunque de este aspecto ayer nada de habló) y se rebajó el número de las supuestamente borradas de las 12 a las que se aludía inicialmente en el escrito presentado por la defensa a dos, una pérdida y otra saliente. Comunicaciones que la acusación particular que se ejerce en nombre del hijo mayor de la fallecida asegura que sí aparecen. Asimismo, los peritos se mantuvieron en que se modificó la agenda del móvil y en que aparece borrado del historial de Internet, como recogen en su informe.

Sin preguntas sobre el negocio

En la jornada de ayer, y a petición también de la defensa ,compareció como testigo una antigua asesora del entramado empresarial de los Sala, Ana Martínez Caro, quien aseguró que Miguel López, aunque tenía una acción del negocio de automoción (Novocar, donde se cometió el asesinato) «nunca se interesó ni le preguntó nada por las empresas familiares ni por las discrepancias entre María del Carmen y su primogénito y sus otras tres hijas por el control de la mercantil del plástico, el motor económico de la familia.

Según su testimonio, el mismo día en que se celebró una junta de accionistas de Samar donde este conflicto quedó patente hubo otra del sector del automóvil (Novocar y Solmar, las dos empresas que administraba Miguel López) en la que aprobaron por unanimidad su gestión todos los socios, entre ellos la propia María del Carmen. Un testimonio en el que se apoya la defensa para mantener que el control de los negocios a través de la acción de oro que tenía la viuda de Sala (considerado el móvil de crimen), en nada le afectaba a su cliente. No obstante, a preguntas de la acusación particular la economista admitió que María del Carmen, con su participación privilegiada, podía apartar a su yerno del negocio si hubiera querido.

La exasesora aseguró que cuando estaba con los Sala trabajaba para la empresa, que tenía la misma relación con todos los hermanos, que del primogénito y de su mujer fue profesora en la Universidad y que a raíz de crimen había estado más próxima a las tres hermanas por la situación.