Las grúas vuelven a poblar el horizonte de la provincia como señal de que el sector de la construcción toma impulso tras años casi desaparecido del mapa económico. Y lo está haciendo no con pocas dificultades por parte de las empresas de contrucción y rehabilitación para encontrar mano de obra cualificada que quiera subirse al andamio. Actualmente, el 20% de las ofertas laborales del Servef en la provincia de Alicante -una de cada cinco- están dirigidas a encontrar personal especializado en oficios específicos del ramo de la construcción, como instalador electricista, encofrador, conductor de grúa o jefe de obra. También en la Formación Profesional se está notando el tirón, con empresas que acuden a institutos como el Cavanilles de Alicante en busca de trabajadores, contratando a alumnos antes incluso de que acaben su formación.

«Con el parón del sector muchos de los empleados que trabajaban en la obra se jubilaron, se marcharon a sus países o se reciclaron en otras profesiones, por lo que ahora mismo está siendo difícil encontrar mano de obra cualificada», señala Martín Pomares, presidente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante.

En estos momentos, la obra emplea en la provincia a 28.733 personas. Hace un año eran 14.637. Un sector en el que la formación y la experiencia son esenciales para no dar al traste con inversiones millonarias. «Los solados o los alicatados de una obra no los puede hacer cualquiera. Hacen falta muchos meses de formación y en estos momentos es difícil encontrar gente cualificada», explica Jesualdo Ros, presidente de la Asociación Provincial Promotores Viviendas Alicante (Provia).

Actualmente, un instalador eléctrico o de fibra óptica, dos de las profesiones en las que existe un déficit de profesionales, puede cobrar entre 800 y 1.200 euros. En el IES Cavanilles, donde se forman estos trabajadores, su director Rafael Herrero, explica que a diario les llegan responsables de empresas constructoras o de rehabilitación «y muchas veces no les podemos recomendar a nadie porque todos nuestros ex alumnos están trabajando».

Empresas como Ecisa aseguran que los problemas de falta de personal han comenzado a mediados de este año y que los trabajadores más difíciles de encontrar «son los de albañilería cualificada y oficiales de 1ª con experiencia». Desde esta empresa afirman que están teniendo que buscar en el extranjero los trabajadores que necesitan para sus obras en la provincia y también en Madrid.

Problemas derivados de esta falta de mano de obra está siendo «la subida de precios en el sector, ya que la demanda sigue en aumento». Del mismo modo, añaden desde Ecisa, «las empresas proveedoras han reducido sus plantillas y siguen reticentes a aumentarlas, lo que provoca retraso en los suministros».

Con este panorama, el presidente del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante, Martín Pomares, señala que está empezando a generarse cierta lista de espera para empezar las promociones inmobiliarias, algo inconcebible en otras épocas. «Si antes de la crisis una constructora podía coger cinco obras al mismo tiempo, ahora se lo piensan mucho y priorizan porque no tienen el personal suficiente para atenderlas». En algunas especialidades, como la de encargado de obra, la falta de candidatos se está supliendo con la contratación de otro tipo de perfiles profesionales, como es el caso de los arquitectos técnicos. «El encargado de obra es una de las figuras más importantes y tradicionalmente eran personas que llevaban muchos años trabajando en la contrucción, con mucha experiencia. Ahora muchas constructoras están tirando de aparejadores para dirigir y controlar las obras». La falta de trabajadores cualificados también obliga a que las empresas cambien su forma de trabajar, según Jesualdo Ros. «Se están empleando más prefabricados en la obra, se tiende a una producción más industrial que requiere de menos mano de obra especializada».

También en el ramo de la rehabilitación este año está siendo más complicado encontrar trabajadores. Desde empresas como el grupo BDI su director general, Julio Rodríguez sostiene que «sobre todo notamos la escasez de operarios con formación específica, concretamente oficiales de primera con experiencia en reparaciones estructurales, rehabilitación y restauración de fachadas, aplicadores de productos muy técnicos como resinas y fibras de carbono». En el caso de esta empresa el problema lo resuelven con formación que ellos mismos imparten en sus instalaciones, «donde los compañeros con mayor experiencia enseñan técnicas constructivas a los compañeros recién incorporados». Otra de las derivadas de esta situación está siendo un aumento de los salarios en el sector, como reconocen distintos profesionales consultados por este periódico, aunque no se atreven a poner cifra a este incremento.

Desde UGT, su responsable de Industria, Construcción y Afines, Adolfo Durán, cree que aún queda mucho para hablar de una recuperación plena en el sector. «Hay 17.000 personas inscritas en las listas del paro buscando empleo en la construcción y el ritmo es de 1.150 contratos al mes. Nos cuesta creer que las empresas tengan dificultades para encontrar profesionales». Tampoco espera el responsable sindical que el sector vuelva a emplear a las 70.000 personas de antes de la crisis. «Como mucho se quedará en 40.000. Lo cual es bueno, porque aquellos años fueron voraces y al final se quedaron muchas casas sin ocupar».