Un estudio realizado por los profesores de Geografía de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina y Javier Miró propone ampliar la temporada turística alta en la Comunidad Valenciana desde primavera hasta octubre, debido al cambio climático y al consecuente aumento de las temperaturas. También plantea adaptar el acondicionamiento climático y el abastecimiento de agua de los establecimientos turísticos. El citado informe, que lleva por título «Actividad Turística y Cambio Climático en la Comunitad Valenciana», es fruto del convenio de colaboración firmado por la Agencia Valenciana de Turismo y la UA y ha sido elaborado por los geógrafos Jorge Olcina -director del Laboratorio de Climatología de la institución- y Javier Miró.

El libro se presenta hoy a las 20.00 horas en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante, y contará con la presencia, entre otros, de la directora general de Turismo de la Generalitat, Raquel Huete, según informaron ayer desde el gobierno autonómico. La investigación, indicaron las mismas fuentes, se ha centrado en realizar un diagnóstico de la situación existente para ofrecer propuestas de actuación en el sector turístico. Entre las principales conclusiones, los autores constatan que el calentamiento térmico en la Comunidad Valenciana es «incontestable». Entre otros aspectos, señalan que las temperaturas han subido 0,7 grados de media desde 1950, sobre todo por las noches. Además, indican que las denominadas «noches tropicales» -más cálidas- se han triplicado desde 1980, y el Mediterráneo llega a convertirse en «un mar casi tropical» durante el verano.

En cuanto a las precipitaciones, el estudio confirma un ligero descenso en las lluvias, aunque subraya que la comarca de la Marina Alta y su limítrofe valenciana de la Safor mantienen un nivel de precipitación histórico. Sí se percibe, no obstante, un cambio en la estacionalidad de las lluvias, dado que ahora caen más en otoño y menos en primavera. Ante esto, los profesores consideran la primavera y el mes de octubre como épocas «muy aptas» para las estancias turísticas, y en consecuencia sugieren la necesidad de modificar el calendario de temporada alta. En la misma línea, apuestan por acondicionar los establecimientos turísticos y las viviendas a una situación más habitual de altas temperaturas y humedad.