El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hará especial énfasis durante su discurso de hoy, coincidiendo con la celebración del Día de la Constitución en Alicante, en la exigencia de una compensación a la Comunidad Valenciana por el déficit de financiación acumulado durante las últimas dos décadas. Una condonación de deuda que, en un documento remitido por el conseller Vicent Soler al Ministro Cristóbal Montoro, la Generalitat cifra en 20.245 millones, un 40% del «agujero» bancario acumulado. Puig desvinculará esa reclamación que abandera el Consell, una de las cuestiones que pretende incluir en la reforma de la financiación autonómica, del concepto de una quita a cambio de nada. Es una compensación por la falta de un trato justo a la Comunidad en el reparto de los fondos del Estado que se traduciría en el ingreso de unas cantidades suplementarias en las arcas autonómicas con las que, de esa manera, se tendrían que ir saldando operaciones bancarias.

A la vez, el jefe del Consell, junto a cuestiones de ámbito más local como la entrada de la Generalitat en la propiedad del Teatro Principal con una inyección de 2,5 millones para pagar la reforma del edificio y parte de la deuda, insistirá en la obligación de una reforma constitucional para resolver, en gran medida, el debate territorial que tiene abierto España. Una modificación de la Carta Magna en la que la Generalitat Valenciana quiere tener voz y participar con una propuesta propia, tal y como aprobó el Gobierno valenciano en su sesión de ayer. La presidenta regional del PP, Isabel Bonig, sin embargo, afirmó que en estos momentos «no ve necesaria» la reforma de la Constitución pero afirmó que, de llevarse finalmente a cabo y si se «abre este melón tan importante», se tendrán que repetir los «consensos mayoritarios» que hubo en España en 1978. «Se ha llegado a un acuerdo en el Congreso de los Diputados y por tanto, hablar y dialogar de algunos aspectos que tenemos todos claro me parece positivo», subrayó Isabel Bonig.