«Carlos Belmonte es una figura muy importante dentro de la neurociencia, sobre todo por su capacidad de tener una visión de futuro y ver que Alicante tenía capacidad para tener un Instituto de Neurociencias. Tuvo la capacidad de atraer a científicos de todo el mundo y convencerles de que iba a salir bien». La opinión de la investigadora Ángela Nieto coincide con la de muchos de sus colegas, que consideran que Alicante debe mucho a la figura de Belmonte. «Oportunidades para marcharse al extranjero no le faltaron», señala Salvador Martínez, director del Instituto de Neurociencias. No obstante, «ha sido siempre una persona muy comprometida con esta ciudad y alma mater de sus universidades».

Para el investigador Juan Lerma, la labor de Belmonte como mentor «ha ido más allá de dirigir tesis; Ha creado un instituto y un entorno de investigación desde la raíz y lo ha convertido en un centro de prestigio». Muchos años antes de que el Instituto de Neurociencias abriera sus puertas, Belmonte fue uno de los fundadores de la Facultad de Medicina, entonces adscrita a la Universidad de Alicante. Aunque años más tarde estos estudios se escindirían pasando a formar parte de la UMH, el rector emérito de la UA sólo guarda palabras de alago hacia Belmonte, «quien realizó una labor extraordinaria para poner en marcha la facultad».

Por su parte, Jesús Tadeo Pastor, rector de la UMH, destaca el mérito que ha hecho a Belmonte merecedor del premio de «Nature». «Se ha preocupado de formar a los más jóvenes a través de un programa de doctorado que ha atraído a estudiantes de toda Europa». Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos, José Pastor, destaca su papel a la hora de atraer a Alicante proyectos de investigación internacionales.