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Seis vías concentran más de un tercio de los accidentes en la red secundaria de la provincia de Alicante

La siniestralidad de la Carrasqueta destaca entre carreteras con tráfico muy alto en Torrevieja, Orihuela, Benidorm y San Vicente

Seis vías concentran más de un tercio de los accidentes en la red secundaria de la provincia de Alicante

Seis carreteras concentran más de un tercio de los accidentes con víctimas que se registran en la red viaria gestionada por la Generalitat en la provincia de Alicante, según datos hechos públicos por el propio gobierno autonómico. El resumen de seguridad vial de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Ordenación del Territorio señala que el año pasado se produjeron 418 siniestros con al menos una persona lesionada en las vías de su titularidad en la demarcación alicantina, y el informe detallado, que recoge la carretera y punto exacto de cada accidente, pone de manifiesto la peligrosidad de tramos concretos. Así, sólo esas citadas seis vías acumularon 155 de los 418 percances, al menos 20 en cada una de ellas.

La siniestralidad se concentra por lo general en tramos con un tráfico muy elevado, pero también influye la longitud de la carretera y alguna particularidad que pueda tener esa vía en concreto. Las tres circunstancias se dan en la CV-800, la que antaño fuera N-340 entre Sant Joan d'Alacant y las proximidades de Alcoy, por Xixona y el puerto de la Carrasqueta, y que tiene la cifra de accidentes más alta. El año pasado se registraron 37 en sus 35 kilómetros de recorrido, con el resultado de dos fallecidos, cuatro heridos graves y 45 leves. La accidentalidad se concentra en dos tramos muy concretos: el comienzo, desde el enlace con la A-70 hasta el enlace norte a Mutxamel; y la Carrasqueta. En el primero hubo siete percances en sólo dos kilómetros, mientras que en los 17 del puerto de montaña se contabilizaron 19 percances.

Casi todos los siniestros en la Carrasqueta fueron salidas de vía o vuelcos, tipologías más acordes con el intenso tráfico de motocicletas que tiene este tramo. En cambio, entre Sant Joan y Mutxamel abundaron más las colisiones por alcance o de tipo frontal o frontolateral, más comunes en las vías de intenso tráfico como el resto de carreteras autonómicas con alta siniestralidad. El ejemplo más significativo es la CV-905, el principal acceso a Torrevieja desde la AP-7 y desde el interior en general, desdoblada pero que discurre entre urbanizaciones y llena de rotondas, con 29 accidentes en menos de 10 kilómetros. Destaca especialmente el kilómetro 9, donde se registraron ocho siniestros, siete de ellos colisiones.

Esta combinación de tráfico muy intenso, dos carriles por sentido que parecen dar una peligrosa confianza a los conductores y numerosas rotondas que obligan a detenerse se hace también visible en el tramo entre La Nucía y Benidorm de la CV-70. En esos ocho kilómetros se sucedieron el año pasado 15 accidentes con víctimas, frente a los ocho siniestros delos 41 kilómetros restantes de la vía, que viene desde Alcoy por la montaña y no tiene apenas tráfico; en esa zona, como en la Carrasqueta, los percances más frecuentes fueron las salidas de vía. Otra carretera de idénticas características es la CV-821, la ronda urbana de San Vicente del Raspeig a Sant Joan d'Alacant. Tiene nueve kilómetros exactos, pero en ella se produjeron 20 siniestros, casi todos colisiones por alcance en alguna de sus sucesivas rotondas.

Diferentes son los casos de la CV-91, de Orihuela a Guardamar, y la CV-865, de Elche a Santa Pola, carreteras convencionales donde las rotondas se alternan con los cruces tradicionales -más riesgo aún-, mucho tráfico y con mucha población alrededor; la CV-91 incluso tiene alguna travesía. En ambas vías, los accidentes se suceden a lo largo de todo el recorrido, por lo que pueden ser calificadas como peligrosas en general.

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